Exterior de un supermercado Amazon Go

infoRETAIL.- Amazon, el primer retailer a nivel mundial en aplicar la tecnología ‘Just Walk Out’ al modelo de tiendas sin cajeros en Estados Unidos, ha anunciado la rápida expansión de su modelo de supermercados cashless Amazon Go por Europa, donde contempla la apertura de un centenar de tiendas en España, Alemania e Italia entre 2023 y 2024. 

El operador cuenta ya con media docena de puntos de venta físicos sin cajeros en Londres con los que planta cara a Tesco y Sainsbury’s fuera del entorno online. Aunque la expansión en la capital británica vaya treinta supermercados por detrás de lo previsto para estas fechas, nada hace dudar que este formato ha llegado para quedarse y contribuir a diversificar las propuestas ofrecidas a un consumidor ávido de nuevas experiencias.

La reciente apertura en Londres de Aldi Shop & Go, el nuevo formato sin cajas del discounter alemán, pone de manifiesto el interés de la compañía, una de las de mejor evolución en Reino Unido, por participar del nuevo modelo de tiendas de conveniencia que cada vez ofrecen más cadenas.

Estos supermercados ‘automáticos’ ofrecen en sus lineales un surtido idéntico al del resto de los establecimientos de sus respectivas enseñas y abanderan, además, otras ventajas, como la de propiciar al cliente un mayor control de la calidad de su experiencia de compra o le de ahorrarle molestias comunes relacionadas con el tiempo de espera en las colas o los errores del personal en tienda.

La metodología de acceso es similar en todas, y pasa por registrarse antes de entrar en el establecimiento a través del código QR que proporcionan lan aplicaciones habilitadas por cada operador. Una vez en la tienda, el cliente realiza la compra de manera habitual, y es en este punto cuando el modelo se diversifica.

Amazon, pionero del formato 'sin cajas' a nivel mundial, prevé abrir un centenar de supermercados Go en Alemania, Italia y España entre 2023 y 2024

Por un lado, enseñas como Marks & Spencer o Sainsbury’s permiten al cliente escanear a través del móvil los productos adquiridos para que les sean cobrados electrónicamente a través de la aplicación y poder abandonar el establecimiento sin la necesidad de pasar por caja para pagarlos. 

Sainsbury’s fue pionera en apostar por este modelo en Londres en 2019. Concebida al principio como una experiencia piloto, los buenos resultados han llevado a la cadena a extender el formato a 68 de sus tiendas en la capital, donde los clientes pueden comprar a través de la aplicación SmartShop, que ya registra más de 100.000 operaciones y es descargada por una media de 4.000 consumidores cada semana.

“La tecnología y los hábitos de compra cambiantes de los clientes han transformado la forma en que las personas compran comestibles y hay que esforzarse por ofrecerles nuevas experiencias de compra convenientes”, expone el director digital de Sainsbury's, Clodagh Moriarty. 

En estos casos, la medida libera al personal del establecimiento, que queda así más disponible para ayudar a los clientes en los pasillos y garantizar la reposición de los productos, “aunque siempre están disponibles si se desea pagar en efectivo o con tarjeta”, tal y como apuntan desde Sainsbury's.

Tras la senda de Amazon
Por otro lado, otras enseñas como Carrefour, que cuenta con un supermercado cashless cerca de su sede en Massy (Francia) bajo la enseña Carrefour Flash; Auchan, que hizo lo propio con Auchan Minute en su tienda piloto en la localidad gala de Villeneuve d'Ascq; Tesco (bajo su enseña GetGo, en colaboración con la startup Trigo); la startup Ghop, con tiendas sin personal que adaptan el modelo a las particularidades del consumidor patrio, siguen, como Aldi, la senda de Amazon Go y avanzan un paso más allá apostando por un formato que evita no solo el pago en caja, sino también el escaneo de los productos con el móvil.

Para ello, cuentan con una tecnología de vanguardia (‘Just Walk Out’, comercializada por Amazon) que combina un sistema de microcámaras avanzado con sensores de peso que determinan lo que el consumidor retira del lineal para cargarlo en la tarjeta indicada en la aplicación. De este modo, el cliente no solo no tiene que hacer cola en la línea de cajas, sino que ni siquiera necesita sacar los productos de la bolsa o el carro antes de abandonar el establecimiento.

Los artículos cuya venta está prohibida a los menores de edad, como el alcohol, se encuentran ubicados en una zona especial que sí requiere la verificación de los datos por parte del cliente. 

“Buscamos formas de mejorar la experiencia de compra y esta innovación ofrece un proceso de pago sin inconvenientes para los usuarios y les ayuda a ahorrar tiempo”, señala el director gerente de Tesco Convenience, Kevin Tindall.

Sea como fuere, lo cierto es que la implantación de supermercados sin caja constituye un filón que explotar para muchas cadenas y una tendencia que, definitivamente, no conviene obviar. La firma de analistas Juniper Research predice de hecho que los pagos sin contacto podrían alcanzar los dos billones de euros (1,8 billones de euros, aproximadamente) en los próximos años, y que una de cada tres transacciones de las realizadas en las tiendas podría realizarse empleando esta modalidad.