El Better4me es una tendencia en alimentación

infoRETAIL.- Sostenibilidad, confianza, cercanía, responsabilidad social, bienestar, experimentación y soluciones inteligentes son las siete macrotendencias que están dirigiendo el presente y marcarán también el futuro del consumo en alimentación.

Así se desprende del informe ‘EATendencias 2022. Innovación alimentaria conectada con los consumidores’ elaborado por el centro tecnológico Azti y en el que se plasman los ejes que orientarán el estilo de vida, las actitudes y comportamientos de los consumidores durante los próximos años, en un contexto marcado por la necesidad de reinvención continua a causa de la pandemia.

Según los investigadores de Azti, el impacto de la pandemia ha influido de forma decisiva en las actitudes y mentalidades, transformando las prioridades y los hábitos de los consumidores.

Emerge, pues, un cliente cada vez más reflexivo y comprometido, que, a fuerza de ls inseguridad, indefensión, frustración, apatía y desánimo experimentados durante el confinamiento, aún está aprendiendo a convivir con los estragos físicos y psicológicos de la covid-19, y requiere de nuevas pautas para  empatizar nuevamente con él a través de productos innovadores que satisfagan unas necesidades también nuevas.

Las siete pautas principales son:

1. SustainFood: La sostenibilidad es la primera gran macrotendencia que marcará la lista de la compra del consumidor, y tiene mucho que ver con el estado de ‘eco- ansiedad’ que genera la actual preocupación por la emergencia climática, que origina en muchos consumidores un sentimiento de culpa que está motivando un cambio de actitud que explica el auge de productos y sistemas de etiquetado ‘comprometidos’, como el reciente Enviroscore.

El informe distingue dos microtendencias vinculadas a la sostenibilidad: la apuesta por la reducción del desperdicio alimentario y por la economía circular, por un lado; y la búsqueda de alternativas a los productos de origen animal que incorporen atributos de sostenibilidad, ética y salud, por otro. Nuevas fuentes de ingredientes y proteínas como los hongos, las microalgas o los productos procedentes de microcultivos alumbran un futuro prometedor para solventar los retos tecnológicos y nutricionales de las fuentes de proteínas tradicionales.

2. Trust4Food: La Covid-19 no ha hecho más que abrir aún más la brecha de la confianza y la credibilidad ante la sensación de desinformación del consumidor, que busca afianzar la confianza con hechos y pruebas que ahuyenten los recelos asociados a la producción y la transformación alimentaria. En este escenario, las expertas de Azti apuntan a un consumidor “más exigente y reflexivo”, que necesita controlar la cadena alimentaria y validar los mensajes comerciales para que las promesas se basen en hechos.

3. LocalFood: La proximidad y la cercanía son valores extra a la hora de tomar decisiones de compra. Lo local continúa atrayendo al consumidor, el origen tiene múltiples connotaciones emocionales y positivas, pero ha sido la pandemia la que ha dado un mayor impulso a esta tendencia, ya que llevó al consumidor a plantearse la procedencia de aquello que consumía.

4. SocialFood: Esta tendencia se centra en la responsabilidad social del consumidor que, cada vez más, se pregunta por las implicaciones de sus hábitos de consumo.

A este respecto, el informe revela que la esfera del consumo dirige el cambio del sistema alimentario: comprar o no un producto es una manera de ‘votar’ por una serie de intangibles, y los más jóvenes creen que pueden cambiar las cosas a través de sus decisiones hasta el punto de que el consumo responsable y ético se ha convertido en parte del estilo de vida, imagen y realización personal de muchas personas.

5. Better4me: Esta macrotendencia sitúa el cuidado de la salud y el bienestar físico y mental como uno de los motores más potentes que influyen en los comportamientos diarios, de acuerdo con el deseo de vivir más y mejor. La pandemia ha puesto de manifiesto el deterioro de la salud mental como consecuencia del estrés, el desgaste y la soledad con los que lucha una parte importante de la ciudadanía, que serán mitigados con alimentos cada vez más personalizados en función de las necesidades de cada individuo.

6. Eatertainment: De la misma manera que aumenta la conciencia social, la preocupación medioambiental y el autocuidado, los consumidores también hacen huecos para pequeños caprichos relacionados con la alimentación y buscan escapar de la rutina para convertir tareas cotidianas como la preparación de las comidas en una experiencia divertida.

Al consumidor, curioso por naturaleza, le gusta la novedad y buscará el deleite a través de experiencias memorables en un panorama donde las fronteras entre el mundo físico y digital se están diluyendo. En esta línea, la alimentación del futuro será ‘aumentada’ y podrá disfrutarse en universos virtuales multisensoriales: el retail inmersivo, los showrooms virtuales y las experiencias comprables físicas y online serán nuevas vías para crear experiencias de marca únicas para los clientes.

7. SmartFood: Está relacionada con la incorporación de soluciones innovadoras e inteligentes para mejorar y personalizar la experiencia de compra y consumo. Los consumidores anhelan tener una sensación de control sobre sus vidas y muestran una actitud autosuficiente para crear o acceder a los productos que desean, flexibilizando las ocasiones de consumo y buscando experiencias de compra mejoradas y prácticas que simplifiquen su vida y le ayuden a tomar las mejores decisiones.

Lo que prima es la hiperconveniencia del servicio, donde saldrán como ganadoras aquellas propuestas de valor audaces que respondan al máximo a las necesidades individuales de los consumidores.