infoRETAIL.- El envejecimiento de la población hace peligrar el desarrollo digital del retail en España, según concluye Solunion a partir de un estudio elaborado por su accionista Euler Hermes. “A largo plazo, la demografía podría plantear problemas”, destacan desde la compañía.

Las previsiones apuntan a que en 2015 España podría perder el 11% de su población actual y un tercio de sus habitantes se situarían por encima de los 65 años. “El consumidor español prefiere la experiencia tradicional de compra física”, señala Solunion.

El sector de la alimentación, junto con el del medicamento, es el más expuesto a variaciones demográficas, mientras que el retail de la moda tiene el privilegio de ser el más aventajado, según Solunion.

En concreto, los compradores digitales suponen el 50% de los españoles, pero los minoristas online solo representan un 4,1% del total del retail, lo que refleja el escepticismo de los clientes. “Las empresas capaces de ofrecer servicios digitales eficientes y seguros, con algún tipo de toque humano, serán las triunfadoras”, indica la empresa especializada en seguros de crédito.

Las dos principales carencias que dificultan la productividad de los operadores minoristas son la logística y la puntualidad, que inciden de forma negativa en la escasa confianza de los hogares en las compras online.

El informe recuerda que las ventas minoristas crecieron en España un 2% en 2016, tras un gran esfuerzo para salir del terreno negativo. Sin embargo, alerta de que el deterioro en la confianza del consumidor y una esperada ralentización en los gastos podrían empañar las previsiones.

Finalmente, uno de los datos positivos que revela Solunion se refiere al nivel de deuda de las empresas de distribución, que ha pasado del 185% de 2011 al 100% en 2016. Además, la rentabilidad se ha mantenido estable, cercana al 8,5%, durante los últimos cinco años. Desde principios de año, el riesgo de impago es considerado ‘medio’, destaca la empresa.

Repunte global del ‘e-commerce’

A nivel global, el panorama para la actividad online es más halagüeña que en España. Con un incremento del 4,8% de las ventas nominales mundiales del retail durante la última década, el estudio prevé que el negocio digital representará el 15% del sector en 2020, mientras que en 2016 esa cuota apenas representó el 9%.

Además de por la demanda y los suministros, esta aceleración está respaldada por las acciones de los nativos digitales y plataformas empresariales que están irrumpiendo en la industria y remodelándola. De hecho, los retailers invirtieron dos billones de dólares en adquirir compañías tecnológicas durante 2016.

Las guerras de precios han impactado en los recursos financieros de muchos actores tradicionales, lo que ha supuesto que determinados minoristas no hayan conseguido adaptarse a la digitalización de la cadena de suministro. Como resultado, la rentabilidad en el mundo ha caído 2,3 puntos en cinco años, hasta quedarse en el 5,7% en 2016.

Los grandes retailers, con una facturación superior a los 10 millones de dólares, han padecido estas turbulencias financieras, ya que las insolvencias crecieron un 66% en 2016.

Para Solunion, estos son los tres principales retos a los que se enfrentarán las cadenas en los próximos cinco años: omnicanalidad, ofrecer a los clientes una experiencia parecida tanto en el mundo online, como por teléfono o en una tienda física; el coste de la presencia online, mayor inversión y dificultad para los minoristas transitorios sin palancas de crecimiento que puedan contrarrestar un entorno de guerra de precios; y movilidad, crear un viaje para el cliente móvil, gracias a la digitalización de la oferta y aprovechando el Internet de la Cosas.