Supermercado masymas

infoRETAIL.- Hijos de Luis Rodríguez (masymas supermercados) ha evitado el desperdicio de más de 80 toneladas de comida en sus más de 50 establecimientos en Asturias gracias a la alianza suscrita en 2019 con Too Good To Go. Esta cantidad supone un ahorro medioambiental equivalente a la emisión de más de 200.000 kilos de dióxido de carbono o las realizadas por 662 vuelos de Madrid a Londres.

Durante estos tres años, la aplicación móvil ha dado salida a los excedentes diarios de estas tiendas en forma de sus característicos packs de precio reducido que permiten a los usuarios aprovechar los alimentos sin vender. En concreto, los supermercados asturianos de masymas ofrecen, por solo 3,99 euros, lotes sorpresa de productos a punto de finalizar su vida útil, y cuyo valor real es de 12 euros, para recoger en la propia tienda.

Así se da una segunda oportunidad a los excedentes de alimentos y se reducen los desperdicios y residuos ayudando así a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, en este caso del ODS 12.3 que establece el reto de reducir a la mitad el desperdicio alimentario para 2030. 

Sonia Rodríguez: "Haremos todo lo posible por evitar el desperdicio alimentario en nuestros supermercados"

La directora de Gestión de supermercados masymas, Sonia Rodríguez, indica que este proyecto, enmarcado en la política de Responsabilidad Social Corporativa de la compañía Hijos de Luis Rodríguez, enlaza con uno de sus pilares fundamentales, el de la sostenibilidad. “Con la App Too Good To Go estamos haciendo todo lo posible para evitar el desperdicio alimentario en nuestros supermercados”, apunta.

Por su parte, la directora de Too Good To Go en España y Portugal, Madalena Rugeroni, destaca la buena acogida de su apuesta por parte del rótulo de Hijos de Luis Rodríguez y alaba su determinación en la lucha contra el desperdicio alimentario: “Cada año se desechan más de 7,7 millones de toneladas de comida y gracias al compromiso de estas empresas vemos más posible reducir esta cifra, así como las consecuencias sociales, económicas y, sobre todo, medioambientales que supone esta práctica”.