infoRETAIL.- Los eurodiputados aprobaron el miércoles el acuerdo económico y comercial global con Canadá, que tiene como objetivo impulsar el intercambio de bienes y servicios y el flujo bilateral de inversiones. La votación se ha saldado con el apoyo de 408 eurodiputados, mientras que 254 han votado en contra y 33 se han abstenido.

La aplicación provisional del al Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA, por sus siglas en inglés) comenzará previsiblemente en abril. El comercio entre la UE y Canadá supuso 63.500 millones de euros en 2015, y se calcula que esa cifra podría llegar a experimentar un crecimiento de alrededor de un 20%.

El CETA eliminará los aranceles sobre los bienes y servicios más vendidos en Europa y Canadá y también establece el reconocimiento mutuo de las certificaciones para una amplia gama de productos.

Durante las negociaciones, la UE garantizó la protección de más de 143 indicaciones geográficas europeas de alimentos y bebidas que se venden en el mercado canadiense.

Así, hasta 27 productos españoles tendrán una protección especial en virtud del acuerdo. Los turrones de Jijona y Alicante, Guijuelo, Los jamones de Huelva y Teruel o las salchichas Vic y el azafrán manchego, entre otros, mantendrán su lugar único en los mercados de ambos lados del Atlántico.

También se han incluido cláusulas sobre desarrollo sostenible para salvaguardar los estándares medioambientales y sociales y garantizar su refuerzo mediante el comercio y la inversión.

“Con el CETA, apostamos por la apertura, el crecimiento y elevados estándares, por encima del proteccionismo y el estancamiento económico”, ha subrayado el responsable de la tramitación parlamentaria del acuerdo, Artis Pabriks. “Juntos podemos construir puentes, en vez de un muro, para la prosperidad de nuestros ciudadanos”, ha añadido.

Críticas de UPA
Por su parte, la organización agraria UPA ha asegurado que la aprobación del CETA es una "mala noticia" para el sector agroalimentario europeo, ya que abrirá las puertas del continente a un país que competirá con los productores europeos “con ventaja previa”.

“En Canadá impera un modelo de macrogranjas superproductivas con las que es casi imposible competir”, han explicado desde UPA. “Sus costes son menores, ya que utilizan productos y siguen normativas más laxas que las europeas, y eso nos coloca en una situación de clara desventaja”, aseguran. El vacuno de carne y el porcino son los sectores más vulnerables ante esta situación, que podrían sufrir importantes caídas de precios.

Los productores españoles dudan de que el CETA vaya a beneficiar a ningún sector dentro de nuestras fronteras, incluso a los más exportadores, como las frutas y hortalizas, el vino o el aceite. Desde UPA temen que, de beneficiar a alguien, será a las grandes multinacionales comercializadoras, y no a la inmensa mayoría de agricultores y ganaderos.