infoRETAIL.- El valor del comercio ilícito y las actividades ilícitas transnacionales se estima entre el 8% y 15% del PIB global y en 2014 podría haber alcanzado los 12.000 millones de dólares (10.710 millones de euros), según el Foro Económico Mundial.

De acuerdo con la Organización Mundial de Aduanas (WCO por sus siglas en inglés), en 2013 se incautaron aproximadamente 3.000 millones de piezas de contrabando y productos pirata, de los que 470 millones fueron piezas de aparatos electrónicos y 50 millones fueron productos alimenticios.

Según un estudio elaborado por Euromonitor International, el comercio ilícito es impulsado por un conjunto común de factores a nivel mundial dividido en tres categorías principales: preferencias de los consumidores, condiciones de negocio y marcos regulatorios. “Los consumidores impulsan las ventas de productos ilícitos en busca de menores precios y mayor variedad”, revela el estudio.

Asimismo, otro de los factores importantes que impulsan el comercio ilícito se relaciona con el entorno de negocios en una industria y país en particular. Los involucrados en el comercio ilícito se aprovechan de las condiciones comerciales en las cuales operan sus contrapartes lícitas, especialmente cuando estas condiciones ayudan a ampliar la brecha entre los precios lícitos e ilícitos debido a los altos niveles de impuestos y costos operativos que incrementan la competitividad de los competidores ilícitos.

Las implicaciones del marco regulatorio en el comercio ilícito pueden ser analizadas a partir de dos perspectivas: la falta de regulación efectiva y la falta de cumplimiento y fiscalización. Regulación no efectiva y débil aplicación de la misma permiten el incremento del comercio ilícito.

Por último, el informe indica cuáles son los grandes beneficiados por el comercio ilícito: proveedores de insumos, gracias a la creciente demanda de principales ingredientes o materiales, al envasado y etiquetas, y a los servicios complementarios; fabricantes ilícitos, ya que obtienen mayores márgenes; consumidores, que tienen acceso a productos de menor precio y a marcas aspiracionales; Gobierno, puesto que la economía ilícita crea puestos de trabajo reduciendo los niveles de pobreza.

En el lado opuesto, los grandes perdedores de este tipo de comercio ilegal son: consumidores, ya que constituye un riesgo para su salud; Gobierno, ya que supone una pérdida fiscal, un costo de problemas de salud, mayor actividad criminal y mayor inestabilidad; y la industria, puesto que genera daño a la imagen de marca y crea competencia desleal.