La eliminación del centavo impacta en el retail

infoRETAIL.- La decisión del Gobierno de Estados Unidos de detener la fabricación del centavo ha provocado un terremoto en el sector minorista. Desde supermercados hasta estaciones de servicio y cadenas de comida rápida se están viendo obligados a buscar soluciones urgentes para gestionar las transacciones en efectivo sin disponer de la moneda más pequeña del país.

La medida —impulsada por la administración de Donald Trump a principios de año— ha generado escasez de céntimos mucho más rápido de lo previsto, dejando a los comercios “cortos de cambio” y sin orientación clara sobre cómo proceder, según informa Reuters.

Muchos establecimientos han optado por redondear los precios a la baja para evitar conflictos con los consumidores y mantener su confianza, asumiendo pérdidas que, en negocios de gran volumen, podrían ser significativas.

Muchos establecimientos han optado por redondear los precios a la baja para evitar conflictos con los consumidores, asumiendo pérdidas que, en negocios de gran volumen, podrían ser significativas

“Si una tienda se queda sin céntimos, ajustaremos el cambio a favor del consumidor”, reconocen desde Love’s Travel Stops, que opera más de 600 estaciones de servicio y tiendas de conveniencia en todo el país. Mientras tanto, la industria aguarda que Washington dé luz verde a un sistema de redondeo uniforme que evite que el fin del centavo deje pérdidas.

La Federation Nacional de Retail (NRF, por sus siglas en inglés), que agrupa a gigantes como Walmart, Target o Macy’s, ha alertado de que la falta de un marco común está afectando tanto a zonas rurales como urbanas. “Cualquier comercio que acepte efectivo se enfrenta a este problema”, explica el director de Relaciones Gubernamentales de la NRF, Dylan Jeon.

Algunas cadenas han comenzado a adaptar su operativa. La cadena de conveniencia Kwik Trip, con 850 tiendas en el Medio Oeste, ha anunciado que redondeará las compras en efectivo al múltiplo de cinco más cercano, mientras que Sheetz anima a los clientes a usar métodos de pago digitales o donar los redondeos a causas benéficas. Kroger, uno de los mayores grupos de distribución alimentaria del país, todavía evalúa el impacto del cambio, mientras coloca letreros en sus tiendas pidiendo a los clientes el cambio exacto y solicita “directrices claras” al Gobierno.

Ausencia de regulación sobre el redondeo
El final del centavo responde a una cuestión económica: producir una moneda cuesta más de lo que vale —unos 3,7 centavos por unidad—. La medida permitirá ahorrar alrededor de 56 millones de dólares anuales, según estimaciones del Tesoro. Sin embargo, la ausencia de una política nacional sobre redondeo complica la situación, especialmente en estados como California, Nueva York o Illinois, donde las leyes exigen entregar el cambio exacto.

Mientras otros países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Irlanda han eliminado con éxito sus monedas de menor valor, aplicando redondeos uniformes en pagos en efectivo, el mercado estadounidense aún carece de consenso político y normativo. La NRF y otras asociaciones empresariales presionan a la administración y al Congreso para lograr reglas consistentes que eviten sanciones o desigualdades entre comercios. “Lo más útil a corto plazo es claridad sobre las prácticas de redondeo: si los minoristas pueden redondear hacia arriba o hacia abajo los totales de las transacciones o el cambio”, señala Dylan Jeon.