Antonio Domene, director general de Moyca

infoRETAIL.- Moyca es una de las principales empresas productoras y comercializadoras de uva de mesa sin semillas. Con más de 2.300 hectáreas, principalmente en la Región de Murcia, pero también en Alicante, Almería, Granada y Badajoz, ofrece a sus clientes suministro los 365 días del año bajo un modelo productivo en el que, como indica su director general, Antonio Domene, “estamos enfocados no en ser los primeros ni los más baratos, sino en ser los más fiables”. 

¿Cuáles son las cualidades que crees que han permitido a la empresa ser un referente en el mercado internacional? ¿Cómo compite con otros grandes productores de esta fruta?
La presencia comercial de Moyca en los cinco continentes es resultado de años de trabajo riguroso, de una visión clara y de un modelo productivo enfocado en valor añadido. No competimos por ser los primeros ni los más baratos, sino por ser los más fiables. Nuestro enfoque está en garantizar al cliente un producto homogéneo, seguro y diferenciado durante toda la campaña.

Frente a competidores como Egipto, que operan con ventajas de calendario y menores costes estructurales, Moyca ofrece otro tipo de propuesta: trabajamos con los obtentores líderes del mundo para seleccionar variedades que encajen con cada mercado, y las desarrollamos con un control técnico intensivo, que nos permite alcanzar una calidad superior en sabor, textura y conservación.

Además, ofrecemos una logística adaptada, cumplimiento normativo estricto y relaciones de largo plazo con nuestros clientes, que valoran no solo la fruta, sino la consistencia en el servicio. Nuestra ventaja no está en el coste, aunque seamos muy competitivos, sino en el valor.

¿Por qué decidisteis recientemente ampliar vuestro catálogo de variedades? 
Decidir aumentar superficie y ampliar nuestro catálogo varietal responde a una estrategia de especialización, no de volumen. En un entorno cada vez más competitivo y cambiante, necesitamos ofrecer una fruta que no solo cumpla con lo básico, sino que destaque.

Aunque ya manejamos más de 50 variedades, seguimos analizando constantemente nuevas opciones junto a los obtentores para identificar aquellas que pueden aportar mejoras reales: mayor tolerancia al estrés hídrico, mejor comportamiento postcosecha, perfiles sensoriales más intensos o diferenciadores y mayor versatilidad para nuestros clientes.

Nuestro objetivo es cubrir cada semana del calendario con la mejor opción disponible, adaptada tanto al entorno agronómico como a las exigencias del consumidor. Esta estrategia nos permite reforzar nuestra posición como proveedor integral y premium en uva sin semilla.

¿Cómo ha sido la climatología en las zonas de cultivo este año? ¿Cómo va a afectar al volumen de producción de esta campaña?
La campaña 2025 ha venido marcada por una climatología compleja. Las temperaturas suaves durante el invierno y algunos episodios de humedad en momentos sensibles del ciclo vegetativo han exigido una gestión agronómica de precisión.

Gracias a la tecnificación de nuestras fincas, la monitorización constante y la respuesta rápida de nuestros equipos de campo, hemos conseguido mantener un buen nivel de calidad. Nuestro compromiso sigue siendo el mismo: priorizar calidad frente a cantidad. 

Por eso, la fruta que comercializamos esta campaña cumplirá los estándares de firmeza, sabor y presentación que esperan nuestros clientes.

¿Cuáles son los próximos objetivos de Moyca? ¿Qué retos tenéis aún por delante? 
Nuestros objetivos a corto y medio plazo pasan por consolidar nuestra posición en mercados clave como Norteamérica y Asia, donde la demanda de uva sin semilla de alta calidad sigue creciendo. Al mismo tiempo, estamos invirtiendo en digitalización y eficiencia operativa para optimizar procesos desde el campo hasta el punto de venta.

En el plano estratégico, seguimos avanzando en sostenibilidad, no solo en lo ambiental, sino también en lo económico y social: optimizando el uso del agua, reduciendo inputs y buscando modelos laborales más estables y atractivos.

Entre los principales retos están el aumento estructural de los costes de producción, la volatilidad climática y la dificultad para captar talento técnico en el entorno rural. Aun así, vemos una oportunidad: quienes sepamos adaptarnos con agilidad y visión seremos los que lideremos el futuro del sector. En Moyca trabajamos a diario para estar entre ellos.