Inversiones en supermercados

infoRETAIL.- La gran resistencia del sector de la alimentación ante la crisis ha convertido a este tipo de activo en una buena opción para los inversores privados e institucionales. Así lo demuestra el récord de inversión en supermercados que marcará 2020, con un volumen previsto para el cierre del año de 640 millones de euros, más del triple que los 180 millones del curso anterior (+255%).

Así lo revela el informe ‘El mercado de la alimentación en España’, presentado por Savills Aguirre Newman, que destaca como operaciones más importantes del año la venta del portfolio Orange de Mercadona a LCN Capital Partners, la compra por parte de Sagax del portfolio GM compuesto por 37 cash & carry y la venta de seis hipermercados Eroski propiedad de Invesco a Pradera.

En términos generales, el mercado de inversión de superficies de alimentación presenta una gran diversidad de inversores que eligen los activos en función de la ubicación, el tipo de marca y las condiciones contractuales.

Al disponer de una mayor capacidad de inversión, los inversores institucionales están más enfocados en portfolios de supermercados que les permite alcanzar el volumen mínimo de inversión exigido por los fondos, mientras que los privados prefieren adquirir activos individuales.

Un supermercado urbano con buenas condiciones contractuales y operador de prestigio podría alcanzar rentabilidades que varían entre el 5% y el 6%

Desde Savills Aguirre Newman explican que las operaciones de inversión en supermercados resultan actualmente muy viables debido a que son activos que ponen al servicio del consumidor productos de primera necesidad con una demanda continua en el tiempo.

Además, son activos resilientes a las crisis, al tiempo que consiste en un producto defensivo y líquido, que protege la posición del inversor en el mercado y puede ser transaccionados sin pérdida significativa de valor. Asimismo, los supermercados disponen de contratos a largo plazo y buenos covenants que garantizan la solidez y viabilidad de la operación, y cuentan con cash-flows seguros que afianzan las carteras del inversor y las diversifican.

Así, respecto a las yields, en el mercado de alimentación están muy ligadas al activo y la ubicación. Un supermercado urbano con buenas condiciones contractuales y operador de prestigio podría alcanzar rentabilidades que variarán entre el 5% y el 6%. A su vez, se observa una cierta compresión de yields en carteras de alimentación prime en Madrid y Barcelona, y aunque aún no existen referencias, si hay intención de venta, es previsible que se produzca un ajuste en precios.

El informe indica que el stock total en España de superficies de alimentación (hipermercados, supermercados, tiendas de descuento, cash&carry, tiendas de conveniencia y tiendas especializadas) alcanza los 16,6 millones de metros cuadrados y 23.701 establecimientos, teniendo a una densidad de superficies de alimentación de 353 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes.

Reducción de la productividad por tienda
Por otro lado, el estudio menciona la situación actual del sector y sus próximos retos. En este sentido, apunta al desafío que tendrá que afrontar en 2021 sobre la reducción de la productividad por tienda, como consecuencia de la posible saturación del mercado.

“La distribución está viviendo uno de los mayores procesos de cambio de su historia por el covid-19. Los supermercados e hipermercados urbanos han sido los grandes beneficiados debido a que durante la cuarentena el consumidor ha evitado desplazamientos. A su vez, el supermercado online ha vivido un gran impulso desde que se iniciara el confinamiento y es previsible que siga ganando terreno paulatinamente”, indica el informe.

Pese a la ganancia de cuota de mercado del canal online, la tienda física seguirá siendo el principal punto de venta y la inversión en la experiencia en tienda seguirá teniendo mucha relevancia, tal y como señalan desde Savills Aguirre Newman.

Esta experiencia en tienda estará marcada por la demanda del cliente, no solo de producto, sino de un valor añadido; zonas gourmet, clases de cocina, catas de vino, así como mejora en los tiempos de entrega o buen servicio posventa. Asimismo, el supermercado del futuro contará con las últimas tendencias relativas a la salud con el objetivo de inspirar al cliente. Además de bienestar, el consumidor demandará sostenibilidad, comodidad, etiquetados claros y transparencia.