infoRETAIL.- Venezuela se ha convertido en una pesadilla financiera algunos de los principales grupos alimentarios del mundo. La complicada situación económica que atraviesa el país, unido a una inflación desorbitada -el FMI pronostica una tasa de inflación del 720% para 2016- está complicando el negocio de muchas multinacionales, entre las que se encuentran algunas del sector alimentario.

La última empresa en sufrir los rigores de las condiciones económicas del país presidido por Nicolás Maduro (en la imagen) ha sido Mondelez International. En concreto, el fabricante con sede en Deerfield (Illinois) ha anunciado que ha registrado unas pérdidas por valor de 778 millones de dólares (712 millones de euros) en el país venezolano durante 2015.

Estos resultados han motivado la decisión de la compañía de dejar de contabilizar las ventas obtenidas en Venezuela en sus resultados. No obstante, Mondelez International seguirá comercializando sus productos el país sudamericano, pero ha dado por perdido ese negocio, según indican desde CNN.

“Debido a la actual y continua coyuntura de negocios, económico y regulatorio... sigue existiendo una considerable incertidumbre relacionada con las operaciones de la compañía en Venezuela”, han indicado fuentes de la empresa norteamericana.

Un caso parecido es el que ha experimentado Pepsico. El fabricante de bebidas y snacks anunció el pasado mes de octubre un cargo masivo de 1.400 millones de dólares (1.280 millones de euros) en Venezuela, como consecuencia de la volatilidad de la moneda venezolana, la economía y las expectativas políticas.

“Estamos teniendo problemas para importar determinadas materias primas que son necesarias para mantener una producción normal y para poder hacer frente a nuestras obligaciones expresadas en dólares”, indicaba la empresa estadounidense. Por este motivo, la multinacional anunció que a partir del próximo trimestre dejaría de incluir en sus resultados financieros consolidados las cuentas de la filial venezolana.

A estas dos experiencias se suma la sufrida por Kraft Heinz, cuando el pasado mes de diciembre su filial Alimentos Heinz fue acusada por el presidente del Gobierno de Venezuela, Nicolás Maduro, de perpetrar un “sabotaje económico” en el país.