Teletrabajo

infoRETAIL.- Para casi la mitad de los europeos (46%), la vida sin contacto está simbolizada por la crisis del covid-19, por delante del pago sin contacto (37%), las comunicaciones virtuales (35%) o el teletrabajo (33%).  

Esta percepción es más alta entre los españoles (52%) que, tras la crisis sanitaria, sitúan el teletrabajo en segunda posición (41%) por delante del pago sin contacto (29%). Así lo revela el Observatorio Cetelem Consumo en Europa 2021.

En él se muestra cómo este tipo de vida resulta negativa para la gran mayoría. En concreto, el 73% de los europeos cita al menos un término negativo para describirla, sobre todo la soledad (43%), palabra nombrada en primer lugar en todos los países excepto en Hungría. Sin embargo, el 58% de los europeos también utiliza términos positivos como practicidad (20%) y facilidad (17%).

Los españoles se encuentran entre los países que ven con más dureza la vida sin contacto (80%), siendo los términos negativos más mencionados la soledad (43%) y la tristeza (41%). Sin embargo, el 48% de españoles también utilizan palabras positivas como la practicidad o la libertad (14%).

Por otro lado, el 80% de los europeos opina que las prácticas sin contacto forman ya parte de su vida cotidiana (90% en el caso de los españoles). Aunque este sentimiento es bastante compartido, su aceptación puede variar según la zona geográfica. Una gran mayoría (60%) experimenta esta nueva situación como una limitación.

Los españoles se encuentran entre los países que ven con más dureza la vida sin contacto (80%), siendo los términos negativos más mencionados la soledad (43%) y la tristeza (41%)

España se sitúa por encima de la media, con un 63%. El nivel de aceptación también varía según la edad y el nivel de ingresos: los jóvenes y los hogares con mayores ingresos lo aceptan más fácilmente (45% para los de 18 a 24 años, 46% para los de 25 a 34 años), frente a los mayores y los hogares con ingresos modestos (65% para los de 50 a 64 años, 63% para los de 65 años o más).

En este sentido, el medio ambiente es el principal beneficiario del cambio a un estilo de vida sin contacto (54%), muy por delante de los individuos y la sociedad en general (ambos con un 29%). La seguridad y la salud también se benefician de este gran cambio (44%), mientras que los europeos están mucho menos convencidos de los vínculos familiares (27%) o de las relaciones sentimentales (18%).

Las relaciones humanas siguen siendo el talón de Aquiles de la falta de contacto: tres cuartas partes de los encuestados creen que las degrada. Estos porcentajes son más elevados en los países de Europa Central (entre seis y nueve puntos en comparación con la media), y más bajos en países del norte de Europa. 

El medio ambiente es el principal beneficiario del cambio a un estilo de vida sin contacto (54%), muy por delante de los individuos y la sociedad en general (ambos con un 29%)

Entre ambos, se encuentran los países latinos que tienen opiniones más cercanas a la media europea, entre los que se encuentra España con un 78% de menciones. Este distanciamiento es una fuente de insatisfacción, ya que sólo el 44% de los europeos considera que este tipo de relación funciona bien.

El estudio de Cetelem también muestra que el 80% de los europeos prevé una sociedad dentro de diez años que dependerá cada vez más de la tecnología sin contacto. Una visión compartida por casi todos, excepto por Rumanía, que está ligeramente por detrás (72%). 

No obstante, los europeos están más indecisos sobre si quieren que se desarrolle este estilo de vida, con una pequeña mayoría (53%) que se declara a favor. Los más reacios son los rumanos, búlgaros, italianos y franceses (44%, 45%, 45% y 47%). Los españoles son los más positivos (63%), al igual que los británicos (60%).