Tienda de Aldi en Cádiz

infoRETAIL.- Los conflictos familiares de la familia Albrecht, propietaria de Aldi, han llegado a los tribunales. Finalmente, serán los jueces alemanes quienes pongan orden sobre el destino de la fortuna del cofundador del discounter alemán Theo Albrecht, después de que uno de sus nietos, Nikolay, haya acusado a su madre Babette y a tres de sus hermanas de malversación de fondos.

Según informa el diario alemán Süddeutsche Zeitung, Nicolay Albrecht presentó el pasado mes de agosto una denuncia ante los tribunales de Kiel (Alemania) donde acusaba a su madre y hermanas de retirar indebidamente millones de euros de uno de los fideicomisos que alberga la fortuna de la familia.

Se trata de un episodio más en una disputa familiar que se remonta a la muerte de Berthold Albrecht (hijo de Theo) en 2012. Desde entonces, el clan ha intentado excluir a su viuda Babette del entorno familiar alegando que tiene un extravagante estilo de vida.

Nicolay Albrecht acusa a su madre y hermanas de retirar indebidamente millones de euros de uno de los fideicomisos familiares

Aldi opera en 20 países, emplea a 220.000 personas y tiene una facturación combinada de unos 81.000 millones de euros. Nació en 1945 cuando Theo Albrecht y su hermano Karl se hicieron cargo de la tienda de alimentación familiar en la ciudad de Essen (Alemania). Tres años más tarde, lanzaron su principia cadena de descuento de stock limitado y precios bajos y se expandieron por el país.

En 1961, los hermanos dividieron en dos la empresa: Karl tomó la mitad sur de Alemania (Aldi Süd) y Theo la zona norte (Aldi Nord) –la que opera en España–. Aldi Nord está controlada por tres fundaciones: Markus, que posee el 61% de las acciones; Lukas, el 19,5%; y Jakobus, también el 19,5%.

El poder de los miembros de la familia Albrecht en estas tres fundaciones se vio limitado en 2017 por un fallo judicial, de tal forma que ahora son gestores profesionales quienes determinan la gestión diaria de la firma. Sin embargo, algunos miembros de la familia no están cumpliendo con este dictamen judicial y siguen controlando la Fundación Jakobus, tal y como alega Nicolay Albrecht en su denuncia.

De esta forma, la amenaza de paralización de la empresa vuelve a sobrevolar las oficinas de Aldi, ya que todas las decisiones estratégicas de la compañía se deben adoptar por unanimidad entre las tres fundaciones familiares.