infoRETAIL.- El 49,5% del total de productos envasados que se compran en España son de Marca de la Distribución, tendencia que se ha acentuado especialmente en el ámbito de la alimentación.
 
Así se ha puesto de manifiesto con los datos presentados en el simposio internacional Advances in National Brands & Private Labels in retaling (NB & PL), organizado por la Fundación Ramón Areces con la colaboración de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de Springer.
 
Según Juan Carlos Gázquez, profesor de la Universidad de Almería y presidente del simposio, “las marcas blancas ya tenían su espacio en el mercado antes de la llegada de la crisis, pero esta ha ayudado a su consolidación”.
 
Para Gázquez, “la crisis ha propiciado que los consumidores las tuvieran en cuenta, puesto que, hasta aquel momento, no disfrutaban de una buena imagen”. Otra de las consecuencias de esta nueva forma de consumir es que la necesidad de ajustar el gasto familiar ha hecho que los consumidores realicen su compra de manera “más consciente”, ha indicado Gázquez, y usen más los cupones de descuento y las promociones.
 
Por otro lado, la profesora adjunta e investigadora de la Universidad de Anglia del Este (Reino Unido) Li Zhou ha indicado que “la lealtad del consumidor es más fuerte hacia un distribuidor que hacia una marca”, puesto que el consumidor prefiere contar con facilidades para conseguir según qué productos a que sean de una marca determinada.
 
Otra consecuencia de esta tendencia es que la Marcas del Fabricante (MDF) tiene más dificultades para consolidar sus productos en los mercados. Para la profesora e investigadora de la Universidad de Tilburg (Holanda) Barbara Deleersnyder, la clave para la supervivencia y expansión de estas marcas es que los fabricantes invierten en innovación para poder mantener a raya a sus competidores.
 
Finalmente, el presidente de Deoleo, José María Vilas, ha reconocido que el ritmo de ventas de productos de marca propia ha registrado un decrecimiento, en especial desde el inicio de 2013. Los buenos datos económicos han generado una confianza en el consumidor que ha ayudado a que vuelva a comprar las otras marcas.
 
Por este motivo, según Vilas, estas cadenas de distribución tendrán que apostar fuerte por la diferenciación, como por ejemplo el producto fresco y de producción local, para poder consolidarse entre las preferencias de los compradores.