infoRETAIL.- Kellogg ha presentado los resultados de la tercera edición de su programa 'Origins’, en el que participan los agricultores del arroz del Delta del Ebro, con cuya materia prima se elaboran cereales de desayuno de la marca, entre otros Choco Krispies y Special K. Estos productos se fabrican en la planta de Kellogg situada en Valls (Tarragona) y desde allí se exportan a más de 20 países.

En 2012 Kellogg puso en marcha en España este proyecto, que ahora se ha extendido a otros países y cultivos, convirtiéndose en una iniciativa global. Tiene el objetivo de optimizar los recursos, mejorar la rentabilidad y reducir el impacto medioambiental de los cultivos de arroz, ayudando a los agricultores a utilizar las mejores prácticas agrarias en sus arrozales, compaginando sus intereses con los de su entorno.

Los campos de arroz del Delta del Ebro participantes han experimentado en la cosecha de 2015, en su tercer año de aplicación, un incremento del rendimiento medio de un 19% con respecto al de la zona. Este ha sido también el primer año de incorporación al programa de la zona arrocera de Valencia y las parcelas participantes ya han notado un incremento del rendimiento medio de un 9%.

El eje central del programa 'Origins' de Kellogg es la identificación y puesta en marcha, con la colaboración con el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) de Cataluña, de las 10 Mejores Prácticas en el cultivo del arroz. Entre ellas destacan el análisis de suelo, recomendaciones de fertilización, de siembra, de manejo del agua y métodos de identificación y control de malas hierbas, plagas y enfermedades.

El desafío para los agricultores de la región del Delta del Ebro es que la productividad por hectárea puede ser a veces hasta un 30% inferior a la de otras regiones de cultivo de arroz más soleadas del país. La salinidad de los suelos, enfermedades de las plantas y plagas invasoras pueden ser serias amenazas.

Además, los campos de arroz del Delta se encuentran cerca del parque natural, declarado Reserva Mundial de la Biosfera por la Unesco, por lo que los agricultores deben tener aún más cuidado para proteger el hábitat natural de la zona.