Donald Trump, presidente de Estados Unidos

infoRETAIL.- La industria española de alimentación y bebidas ha puesto en marcha su maquinaria para pedir ayuda al Gobierno y a la Unión Europea (UE) ante la autorización de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a Estados Unidos para imponer aranceles a determinados productos españoles. Una medida cuya entrada en vigor está prevista para el próximo 18 de octubre.

De acuerdo con la lista distribuida por la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos, entre los productos que se verán afectados por los gravámenes figuran quesos, aceitunas, aceite de oliva, frutas, productos del porcino –como el jamón-, zumos,  vinos o mariscos, cuyas exportaciones al mercado estadounidense supone en su conjunto cerca de 1.000 millones de euros.

Así, sólo de los dos productos más afectados por las medidas propuestas, España exportó a Estados Unidos en 2018 más de 700 millones de euros: 405 millones en aceite de oliva y 300 millones de vino. De hecho, Estados Unidos es el cuarto comprador de vino español, tal y como recuerdan desde UPA.

En la actualidad, Estados Unidos es el primer mercado de destino de las exportaciones de alimentos y bebidas después de la UE, con un valor total de 1.728 millones de euros exportados en 2018.

FIAB: "Esta política arancelaria, cuyo único objetivo es causar el mayor daño económico y político posible a Europa, encierra a la industria de alimentación y bebidas dentro de esta guerra comercial"

Desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) aseguran que se trata de un mercado “estratégico” para la industria de alimentación y bebidas en su conjunto. En concreto, considera Estados Unidos como “un área geográfica prioritaria” para el sector debido al recorrido y al peso que representa este país para las ventas de alimentos y bebidas españoles.

Por ello,  la entidad ha solicitado la máxima colaboración al Gobierno de España y a las autoridades comunitarias para evitar dichos aranceles. Además, ha trasladado la preocupación del sector ante estas medidas, al tiempo que ha advertido del efecto negativo que conllevaría este escenario para las exportaciones de alimentos y bebidas españoles.

En palabras del director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, esta política arancelaria tiene como “único objetivo causar el mayor daño económico y político posible a Europa”.

Asimismo, el directivo asegura que esta medida “encierra a la industria de alimentación y bebidas dentro de esta guerra comercial con la consecuente pérdida de competitividad para las empresas españolas frente a otros operadores internacionales y la repercusión negativa en el empleo nacional”.

Impacto en otros sectores relacionados
FIAB también ha advertido de las secuelas que la imposición de estos aranceles tendría no sólo sobre los sectores directamente afectados, sino también en un número importante de mercados relacionados, como el sector primario, la distribución, o el transporte.

Tras la aplicación de aranceles a la aceituna negra de mesa en 2018, el sector ya advirtió sobre la amenaza que supondría de generalizarse esta situación para la competitividad de la industria española y europea.

“Por ello, la federación ofrece todo su apoyo y cooperación y solicita al Ejecutivo Español y a la Comisión Europea tomen las medidas necesarias con el Gobierno de Estados Unidos para que estos aranceles no se implanten”, indican fuentes de la entidad.