Bollería

infoRETAIL.- La producción de masas congeladas de panadería y bollería industrial en España ha sufrido una caída a doble dígito durante el año 2020. En concreto, ha alcanzado un total de 825.441 toneladas, un 12,4% menos que en el año 2019 (942.675 toneladas). 

La caída ha sido más acusada en el segmento de bollería, que ha pasado de 185.373 toneladas en 2019 a 153.986 toneladas en 2020, lo que se traduce en una disminución del 16,9%. Por su parte, la producción de productos de panadería ha caído un 11,3%, pasando de 757.302 toneladas en 2019 a 671.455 toneladas en 2020.

La principal consecuencia de este descenso en la producción de masas congeladas ha sido la caída en su facturación por parte de las empresas asociadas a Asemac (-17,6%), la cual se ha situado en 1.134 millones de euros.

Especialmente significativo ha sido el descenso en la facturación de productos de bollería (-20,7%) al pasar de 528 millones de euros facturados en 2019 a 419 millones de euros en 2020. El segmento de panadería también ha visto recortada su facturación, en este caso un 15,7%, quedándose en 715 millones de euros, frente a los 848 millones del año 2019.

Afectados por la pandemia
Se trata de una situación sin precedentes para el sector. De hecho, por primera vez en la historia de Asemac y de las estadísticas que divulga cada año, se ha producido un enorme descenso tanto en la producción como, lógicamente, en la facturación correspondiente. 

“La causa de esta caída y estos movimientos ha sido, exclusivamente, la pandemia y las condiciones legales que se ha impuesto a la población para prevenir la expansión de los contagios: confinamiento de varios meses primero, el cierre del canal horeca después, la caída del turismo a niveles de 1960 o la crisis del pequeño comercio alimentario por la desconfianza de la clientela a acceder a espacios cerrado”, enumera el presidente de Asemac, Felipe Ruano.

Felipe Ruano: "Creo que podríamos recuperar gran parte de lo perdido en 2020 y volver a empezar bien en el año 2022, aunque seguramente hasta 2023 no estaremos en cifras como las del pasado 2019”

Asimismo, Ruano hace referencia a cambios en los hábitos de compra y de consumo, pasándose de panes de corteza (normalmente entregados manualmente dentro de una bolsa) a panes directamente envasados. “La bollería ha sufrido más aún, por su importante peso en el canal horeca y su presencia en eventos y reuniones presenciales, donde se consume tanto en desayunos, meriendas o formatos on the go”, añade Felipe Ruano.

De cara al futuro, desde Asemac estiman que las cifras del primer trimestre no mejorarán, debido al cierre intermitente del canal horeca en determinadas comunidades autónomas y el “lento progreso” de vacunación frente al covid-19.

“El segundo trimestre no será tan malo como el del año pasado, por supuesto, y ahí habrá un crecimiento. El resto del año tenemos que confiar en que se pueda recuperar una parte del turismo y parte de la vida normal en el último semestre o, al menos, en el tercer cuatrimestre”, adelanta el presidente de Asemac.

De este modo, Ruano indica que, de cumplirse estas previsiones “creo que podríamos recuperar gran parte de lo perdido en 2020 y volver a empezar bien en el año 2022, aunque seguramente hasta 2023 no estaremos en cifras como las del pasado 2019”, matizando que “la crisis económica normalmente tiene unas consecuencias más largas que la crisis sanitaria”.