infoRETAIL.- El subdirector general de Calidad del Consumo del Instituto Nacional de Consumo (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), Carlos Arnaiz, ha afirmado hoy que la crisis de la carne de caballo “ha puesto de manifiesto que la industria alimentaria se ha olvidado de controlar el fraude y la enseñanza que se extrae es que los sistemas de control de la industria van a tener que cuestionarse muchas cosas para verificar la idoneidad de sus materias primas y prevenir el fraude”.

Arnaiz, que ha participado en una mesa redonda celebrada con motivo del X Congreso de AECOC de Seguridad Alimentaria y Nutrición, también ha recalcado que “esta crisis no afecta a la salud de los consumidores, pero sí supone un ataque al derecho a la información que deben tener los consumidores”.

Por ello, prosigue el subdirector general de Calidad del Consumo, “tanto las Administraciones como las industrias estamos esforzándonos en enviar un mensaje a los consumidores de que no es una cuestión de seguridad. Si el origen de la carne está identificado como debe, no hay ningún problema; ahora bien, si se suministra con un nombre cambiado es ahí cuando surge el fraude”.

En la mesa redonda también ha intervenido el secretario general de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), Miguel Huerta, quien ha agradecido a la Administración “los pronunciamientos que está realizando para tranquilizar a los consumidores”. Sin embargo, ha señalado que “la crisis del equino todavía no se ha cerrado y está golpeando el prestigio de las industrias alimentarias”.

Huerta ha cifrado la producción española de carne de caballo en 12.000 toneladas frente a las 600.000 toneladas que se producen de carne de vacuno. De esas 12.000 toneladas, la mitad se exporta a la Unión Europea, fundamentalmente a Italia. “El consumo de carne de caballo en España es residual y, además, no se importa este tipo de carne”.

“Esta crisis se originó con las hamburguesas en Irlanda y luego continuó con un análisis de la OCU equivocado en forma y fondo, pero el que hubiera ADN de caballo se debe a un contacto entre las carnes. Además, ya no tiene por qué haber trazas equinas en el mercado”, avanza el director general de ANICE.

Miguel Huerta ha concluido su intervención abogando por “restablecer la confianza de los consumidores”. Y ante ello, Mariano Rodríguez, director de Calidad y Desarrollo Sostenible de Carrefour y moderador de la mesa redonda, ha sentenciado: “La crisis de la carne equina es una crisis mediática, no sanitaria”.

Finalmente, el subdirector general de Calidad del Consumo ha imperado a “garantizar la seguridad de los productos que se ofrecen en el mercado y todos los avances que se hagan sobre ello serán bienvenidos, porque redundan en mayor competitividad de las empresas y mayor seguridad en los consumidores”.