Trabajadores de la industria cárnica

infoRETAIL.- Los representantes de la industria cárnica reunidos en Anice se han sumado a la petición de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) para solicitar el retraso de la entrada en vigor del impuesto a los envases de plástico no reutilizables.

Asimismo, la entidad pide que no adopte ninguna medida regulatoria o fiscal que añada más cargas y costes a las empresas ante la extrema tensión de la coyuntura internacional.

La aplicación, a partir del próximo mes de enero, del Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables, según se establece en la Ley 7/2022 de 8 de abril de residuos y suelos contaminados, generará un impacto para la industria alimentaria de 690 millones de euros, que se sumarán a los 5.000 millones derivados del proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases.

El sector se enfrenta al pago de 1.494,8 millones de euros en costes de energía y electricidad, que han subido un 344% en tres años y amenazan la supervivencia de 2.400 compañías y más de 25.000 empleos

Paralelamente, la industria cárnica debe hacer frente al encarecimiento continuado de las materias primas, los costes de energía y resto de insumos, acrecentados más si cabe por el estallido de la guerra de Ucrania.

Según datos de Anice, los fabricantes del sector pagarán un total de 1.494,8 millones de euros de costes de energía y electricidad, que han experimentado una subida del 344% con respecto a 2019 y amenazan la supervivencia de 2.400 compañías y más de 25.000 empleos.

“Las empresas no pueden asumir más costes y por tanto solicitamos a nuestro Gobierno que sea sensible a esta situación y retrase la entrada en vigor de este impuesto que, de implementarse ahora, agravará una situación de especial incertidumbre donde las empresas luchan por su supervivencia”, esgrime el presidente de Anice, Alberto Jiménez, quien recuerda que “es momento de ayudar y no de poner más trabas”.

El ejemplo de Italia
La mayoría de los estados europeos no han optado por medidas fiscales en la legislación de economía circular. Italia, la única excepción, lo reguló antes que España, pero ha ido posponiendo su entrada en vigor dada la situación económica, un comportamiento del que, según Anice, se debe tomar ejemplo.

Además, la normativa española va más allá de lo que exigen las directivas europeas y eso coloca a las empresas españolas en inferioridad de condiciones, sin que exista tampoco suficiente disponibilidad de material plástico reciclado de calidad alimentaria para poder cumplir los requisitos establecidos por la ley.

La petición de Anice no actúa en detrimento del compromiso con la sostenibilidad del sector cárnico, que solo en el último año ha ahorrado 48.952 toneladas de dióxido de carbono gracias al reciclado de sus envases.

Por otro lado, la industria ha implementado en ese período 269 medidas de ecodiseño para mejorar la sostenibilidad de sus envases, lo que ha redundado en un ahorro de 727.444 kilogramos de materias primas, 1.284.654 metros cúbicos de agua y 17.809 megavatios de energía, según datos de Ecoembes.