Ada Colau, alcaldesa de Barcelona

infoRETAIL.- La distribución alimentaria sigue siendo el objetivo preferido de determinados políticos para sus ataques a la libertad de mercado. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha añadido una medida restrictiva más a su ya numeroso catálogo de decisiones tendentes a limitar la actividad comercial en la ciudad.

Así, a las recientes medidas de la puesta en marcha de la llamada 'tasa Amazon' y la prohibición de dark stores, se acaba de sumar la restricción de implantar nuevos supermercados en el distrito de Ciutat Vella en Barcelona. 

En concreto, la comisión de gobierno del ayuntamiento ha aprobado inicialmente el Plan de Usos de este distrito que contempla la limitación de la apertura de nuevos establecimientos de alimentos en puestos donde existe una concentración elevada.

El ayuntamiento aprueba inicialmente el Plan de Usos de Ciutat Vella que contempla la restricción de nuevos supermercados en puestos donde existe una concentración elevada

El nuevo Plan de Usos también incluye la regulación de los establecimientos alimenticios de venta mayorista, que se equipararán, en condiciones para la apertura, a la implantación del comercio minorista. 

“Este cambio busca resolver una de las disfunciones detectadas en la aplicación de la normativa del Plan de Usos de Ciutat Vella, en la que en algunos casos se hacía venta de comercio minorista desde establecimientos alimenticios de venta al mayor”, aseguran desde el consistorio barcelonés.

También se ha aprobado revisar la apertura de supermercados de más de 400 metros cuadrados, proponiéndose aplicar las mismas condiciones de implantación que en el resto de establecimientos alimentarios en régimen de superservicio (menos de 399 metros cuadrados). Estos últimos están ya limitados en zonas saturadas. “Estas dos modificaciones frenarán la apertura de estas actividades”, se congratula el ayuntamiento de Ada Colau.

Esta medida se suma a otras propuestas o declaraciones realizadas por políticos del ámbito de Podemos donde se acusa, ataca o insulta al sector. Los últimos ejemplos de ello son las manifestaciones de la ministra de Asuntos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, donde se refería a los directivos de las distribuidoras como “capitalistas despiadados”, o su intención de intervenir “urgentemente” el mercado alimentario, así como la prohibición del reparto de dividendos lanzado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.