Barcelona elimina los supermercados fantasma

infoRETAIL.- Los supermercados fantasma -almacenes con reparto a domicilio- quedan totalmente prohibidos en la ciudad de Barcelona. Los que están operando actualmente (21) tendrán que escoger seguir funcionando como almacenes alimentarios sin reparto a domicilio o en supermercados abiertos al público. 

Así lo contempla el plan que aprobará el próximo pleno del ayuntamiento liderado por Ada Colau, que culmina un proceso iniciado en marzo de 2021 cuando suspendió las licencias vinculadas a las macrococinas y un año después aprobó inicialmente el plan de usos.

Ahora, tras incorporar una serie de disposiciones a través de un proceso participativo y las conversaciones con los grupos, llevará a cabo la aprobación definitiva de este plan especial de actividades vinculadas al reparto a domicilio en el próximo pleno municipal.

Las 'dark stores' que han estado operando hasta ahora se tendrán que transformar en almacenes alimentarios sin reparto a domicilio o en supermercados abiertos al público

Desde el consistorio aseguran que el objetivo de la medida es “equilibrar el uso de los espacios urbanos, garantizar un modelo comercial sostenible y hacer compatibles las actividades económicas con el día a día del vecindario y el derecho a la vivienda”. 

En concreto, la nueva normativa prevé que los supermercados fantasma que han estado operando hasta ahora se podrán transformar en otras actividades permitidas, en concreto, en almacenes alimentarios sin reparto a domicilio o en supermercados abiertos al público. 

Las cocinas fantasma no están permitidas en los barrios de Barcelona, únicamente se admiten en el ámbito industrial de la Zona Franca, siempre que haya un máximo de un establecimiento en un radio de 400 metros —equivalente a tres manzanas de L’Eixample—. 

Además, para evitar que los establecimientos de platos preparados se conviertan en cocinas fantasma encubiertas, se establecen condiciones de densidad y superficie máxima para este tipo de actividad.

El plan también pone orden en las actividades de reparto a domicilio y requiere un permiso específico a los restaurantes que reparten comidas a domicilio, que tendrán que dedicar un mínimo del 40% del local al uso público y permitir a los repartidores el acceso al establecimiento, reservarles un espacio para la espera y garantizarles el uso de los servicios.