Ainia identifica 10 nuevos riesgos alimentarios

infoRETAIL.- El primer Encuentro de Calidad y Seguridad Alimentaria, organizado por el centro tecnológico Ainia, ha identificado los principales riesgos alimentarios emergentes que pueden tener un mayor impacto en los próximos años. Según los expertos que participaron en el evento, estos son los diez riesgos: 

- Aumento de la incidencia de presencia de micotoxinas en alimentos.
- Desarrollo de patógenos que hayan desarrollado resistencias antimicrobianas.
- Contaminación de suelos o cultivos proveniente del uso de residuos (estiércoles, por ejemplo) como fertilizantes.
- Presencia de microplásticos en alimentos.
- Intoxicaciones derivadas de la posible flexibilización legislativa que permita la modificación de fechas de vida útil o consumo preferente con el fin de minimizar el desperdicio alimentario.
- Efectos adversos de la introducción de proteínas alternativas como presencia de alérgenos, contaminantes como metales o residuos como plaguicidas.
- Contaminantes naturales como es el caso de los alcaloides tropánicos y pirrolicidínicos.
- Presencia de alérgenos no declarados en alimentos.
- Incremento de la incidencia de toxinas marinas.
- Persistencia y propagación espontánea en el medio ambiente de organismos modificados genéticamente desarrollados para una utilización más eficiente de los recursos y minimizar la dependencia de los pesticidas químicos.

Las causas para la aparición de estos riesgos emergentes se deben, principalmente, al cambio climático, a nuevas prácticas de economía circular y a nuevos hábitos de consumo, según puntualiza el responsable de Seguridad Alimentaria de Ainia, Roberto Ortuño. 

“La modificación de las condiciones ambientales, y de forma muy significativa el aumento de la temperatura terrestre, está impulsando que emerjan y se hagan plausibles nuevos riesgos. La temperatura, es un factor determinante de la cinética de las reacciones químicas y de la actividad biológica, por lo que no es raro que este cambio de condiciones afecte de una u otra forma a la seguridad alimentaria”, explica. 

Por su parte, la adopción de alternativas de circularidad, que permitan un rendimiento máximo del sistema alimentario global, constituye una prioridad en el campo de la innovación. No obstante, estas prácticas, “bien por constituir una novedad en sí, o por tratarse de prácticas conocidas que se puedan extender o generalizar, pueden conllevar la aparición de nuevos riesgos” advierte Ortuño. 

Finalmente, el cambio en los hábitos de consumo puede tener también incidencia sobre la seguridad alimentaria, “ya sea por aumentar la exposición a un determinado tipo de alimentos, como por introducir en la dieta nuevos alimentos”, se apunta desde Ainia. 

“Sin duda, estos tres drivers están actualmente ejerciendo una fuerte influencia en el sistema alimentario a través del propio medio, de la evolución de las prácticas productivas o de las nuevas tendencias de consumo”, concluye Roberto Ortuño.