infoRETAIL.- La industria agroalimentaria británica se sumirá en el caos, al tiempo que los precios para el consumidor se dispararán. Estas son las consecuencias de una hipotética salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), según las predicciones de Tim Lang, profesor de Política Alimentaria de la Universidad de Londres.
 
En una conferencia celebrada para analizar los efectos del ‘Brexit’ en la industria del país, Lang ha recordado que Gran Bretaña importa el 30% de sus alimentos, en donde la UE tiene una importancia clave.
 
En concreto, Europa es un gran cliente para la agricultura británica y no está claro el tipo de relación comercial que sellaría Reino Unido con la UE o las tarifas que se impondrían a las transacciones entre ambas instituciones en caso de que el país anglosajón abandonara el proyecto comunitario.
 
“A corto plazo, sería un caos salir [dela UE]”, ha advertido Lang, que añade que “una desestabilización en la cadena agroalimentaria supondrá automáticamente, en el mejor de los casos, un periodo de volatilidad en los precios de los alimentos, mientras que en el peor de los casos supondrá un aumento de los mismos”.
 
Por otro lado, es posible que Reino Unido tuviera que renegociar los acuerdos comerciales con países de todo el mundo que actualmente tienen el estatus de ‘preferentes’ para la UE, según ha señalado Alan Swinbank, profesor emérito de Economía Agraria en la Universidad de Reading, durante el encuentro.
 
En su opinión, no está claro que los agricultores y ganaderos británicos que actualmente están percibiendo subsidios y ayudas directas de la UE los recibieran del Gobierno de las islas en el caso de que el país saliera de las instituciones comunitarias.
 
“El ‘Brexit’ es muy arriesgado para el sector alimentario”, ha indicado Tim Lang, que añade que se trata de una cuestión urgente: “Quienes abogan por dejar la UE tienen que aclarar de dónde vamos a obtener los alimentos, no en un plazo de 10 ó 20 años, sino la próxima semana”.
 
El primer ministro británico David Cameron se ha comprometido a celebrar un referéndum antes de 2017 para decidir la continuidad de Reino Unido en la UE. De hecho, ayer mismo anunció su intención de convocar dicha consulta durante el verano de 2016.