Planta de Cerealto Siro Foods

infoRETAIL.- Los Comités de Empresa de las fábricas de Cerealto Siro Foods en Castilla y León, cerradas desde principios del mes de junio, han alcanzado este fin de semana un principio de acuerdo sobre el futuro Plan de Competitividad de la compañía con los nuevos inversores (los fondos Davidson Kempner y Afendis), a través del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que ha actuado como intermediario.

La galletera pretende salvar su actividad aceptando el citado plan, que ha sido revisado y mejorado por los inversores y refrendado por los más de 1.500 trabajadores de las plantas de Venta de Baños y Aguilar de Campóo (Palencia) y Toro (Zamora).

La nueva oferta establece la vigencia del plan para los próximos cuatro años, e incluye mejoras laborales y salariales para los trabajadores. Entre ellas, destaca un plan de bajas incentivadas y una mejora de poder adquisitivo a partir del cuarto año, con un incremento salarial de hasta el 8%, tras cuatro años de congelación de sueldos.

También se ha alcanzado un compromiso con los fondos para ejecutar un plan industrial que contempla una inversión de hasta 100 millones de euros para la modernización de las fábricas del grupo en Castilla y León, que comenzarían, de esta manera, a producir referencias de mayor valor añadido para elevar la rentabilidad de la empresa.

Por último, se acuerda una moratoria de dos años en el cierre de la planta de Venta de Baños, trabajando durante este período en mejorar la competitividad de la fábrica o en encontrar un inversor adecuado.

Meses convulsos
Aceptadas las nuevas condiciones del Plan de Competitividad, el traspaso de la titularidad del grupo podría efectuarse en los próximos días, lo cual llevará aparejado un desembolso inicial, por parte de los inversores, de 130 millones de euros, repartidos en los conceptos de proveedores (80 millones) y pago de salarios (50 millones). La oferta inicial incluía una inyección económica de 180 millones de euros para hacerse con el 75% del grupo.

A finales de mayo expiraba el plazo dado por los inversores para que se aprobara el documento diseñado por la compañía para tratar de reducir los costes laborales, cuyo rechazo por la mayor parte de los centros de producción de Siro se unió al cierre de la planta de Venta de Baños por "baja competitividad" y tuvo como consecuencia la retirada de los nuevos inversores, la paralización de la actividad fabril en todas sus plantas y el anuncio de que no se abonaría a los trabajadores la nómina de mayo.

La deuda de la compañía, cifrada en más de 300 millones de euros, unida a las pérdidas registradas en 2021, de más de 47 millones, colocaban a la galletera en situación de concurso de acreedores.

Ante esta situación, y efectuadas las consabidas reformas, la aprobación del nuevo Plan de Mejora de Competitividad da luz verde a la entrada de Afendis y Davidson Kempner como nuevos accionistas de Cerealto, que confía ahora en remontar su rentabilidad para y ser nuevamente viable.