infoRETAIL.- “El modelo comercial ibérico mantiene una buena salud a pesar de la situación de crisis y tiene un buen futuro si potencia los valores del comercio urbano y se adapta a los retos vinculados a las nuevas preferencias de los consumidores y los cambios tecnológicos”, afirma David Nogué, CEO y fundador de Eixos, observatorio económico digital creado por la empresa Planol.info.

Según el ‘Informe Eixos Iberia 2016’, que analiza la actividad comercial en las ciudades de la Península Ibérica que tienen más de 500.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Lisboa, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza), el 82,7% de los locales en planta baja que admiten uso comercial en estas poblaciones están ocupados.

“El 82,7% de ocupación comercial es un dato moderadamente positivo que invita a pensar que el modelo comercial ibérico, basado en la integración del comercio dentro de la trama urbana consolidada en una mezcla con el resto de usos urbanos, mantiene una buena salud”, profundiza Nogué. Este indicador varía entre las ciudades, ya que, por ejemplo, mientras Lisboa tiene un Índice de Aprovechamiento del Tejido Comercial (% de locales en activo) del 91,5%, Valencia se sitúa en el 79,8%.  

Por subsectores, la tipología con mayor presencia son los bares (9,6% del total) seguidos de las tiendas de ropa y complementos (6,4%), las peluquerías (4,9%), los servicios técnicos y profesionales (4,5%) y los restaurantes (4,1%). 

Dotación comercial
Barcelona es la ciudad que tiene más comercios por cada 100 habitantes, en concreto, 4,24. La segunda posición la ocupa Valencia con 4,18 y en tercer lugar Madrid con 4 comercios activos por cada 100 habitantes. El resto de ciudades se encuentran a mayor distancia, todas ellas por debajo de los 3 comercios por cada 100 habitantes y Málaga ocupando la última posición con tan sólo 1,2 comercios por cada 100 habitantes.

Por otra parte, según el informe de Eixos, la barcelonesa Avenida Portal del Ángel es el eje comercial que mayor porcentaje (87%) presenta de comercios con equipamientos para el hogar y la persona y cultura y ocio, siendo además la calle más cara de toda la Península Ibérica, con alquileres de 250 euros por metro cuadrado. El segundo eje comercial más caro es la madrileña Calle Preciados (245 euros por metro cuadrado) pero ocupa la octava posición en este ranking, ya que una buena parte de su oferta es gastronómica o de servicios, reservándose para equipamientos de la persona, el hogar o la cultura casi el 67% de sus locales.

Si se analiza, junto al Índice de Atracción Comercial, el Índice de Aprovechamiento del Tejido Comercial, Madrid posiciona tres de sus calles en el podio del ranking: Serrano, Fuencarral y Claudio Coello. Cada una de ellas tiene más de 240 locales comerciales. El cuarto lugar lo ocupa el Paseo de Gracia de Barcelona con 197 locales y un nivel de ocupación superior al 95%. Finalmente, Valencia incluye una calle en el ranking (Colón), Sevilla dos (Asunción y Sierpes), Zaragoza una (Delicias) y Lisboa una (Rua Augusta).   

“El modelo comercial ibérico muestra grandes diferencias entre ciudades, distritos y calles. Si bien podemos observar ciudades o distritos con modelos similares al anglosajón, también observamos ciudades y distritos con un carácter más orgánico o fractal”, analiza David Nogué.

“Los principales ejes comerciales, los centros urbanos de las principales ciudades, tienen un fuerte potencial gracias a la presencia de externalidades económicas que los benefician: oferta cultural, mezcla de usos, patrimonio arquitectónico, densidad humana o turismo. Esto ha de permitir que puedan competir con garantías con la creciente oferta de centros comerciales periféricos, que, según determinados estudios, pueden estar entrando en decadencia por el auge de la compra online y el retorno al comercio urbano”, prosigue el CEO de Eixos. 

“Por otro lado, la saturación de las principales zonas comerciales abre oportunidades a zonas secundarias. Las zonas ‘prime’ concentran las ‘flagship’ de muchas franquicias o multinacionales del retail que pueden buscar la auténtica rentabilidad en zonas secundarias que, con las intervenciones públicas y privadas adecuadas, pueden convertirse en ‘prime’ en un futuro no muy lejano. En este sentido, la oportunidad se centra en estas zonas secundarias”, concluye Nogué.