infoRETAIL.- Lidl ha puesto en marcha un proyecto piloto en tres establecimientos de Lyon (Francia) que consiste en la instalación de una línea de cajas automáticas o de ‘self checkout’, que está continuamente supervisada por una trabajadora de la tienda.

En concreto, estas cajas automáticas están reservadas únicamente para aquellas cestas de la compra que incluyan menos de 15 artículos y aceptan pago en efectivo. Fuentes sindicales han confirmado al diario francés Lineaires, que está previsto que el test se prolongue durante los próximos seis meses.

Al frente de las cajas, la cadena de distribución ha dispuesto una serie de referencias de productos de impulso, como chicles, galletas, chocolates y bebidas.