infoRETAIL.- La incertidumbre que vive el país ante el desafío soberanista de Cataluña también tiene repercusión en el consumidor. Así lo refleja el último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que recoge una caída de 5,6 puntos de la confianza del consumidor en septiembre respecto al mes anterior, hasta situarse en 103,2 puntos. Se cierra así un periodo de tres meses consecutivos de ascensos, en los que el indicador llegó a situarse en máximos históricos.

Este descenso responde, principalmente, a la valoración que hacen los ciudadanos de la situación actual, que ha retrocedido 9,6 puntos en relación al mes anterior, hasta los 95,8 puntos, su nivel mínimo desde marzo. También ha bajado, aunque menos, el indicador de expectativas, que ha mostrado un descenso de 1,6 puntos en septiembre, hasta los 110,5 puntos.

Según el CIS, la evolución del índice de valoración de la situación actual es resultado de un comportamiento negativo de sus tres componentes. Así, la valoración de la evolución general de la economía ha descendido 10,9 puntos, al tiempo que la de la situación de los hogares ha perdido 5,7 puntos. Por su parte, la percepción de las posibilidades de trabajo ha presentado el mayor descenso, con una caída de 12,2 puntos en los últimos 30 días.

El indicador de expectativas, por su parte, ha caído 1,6 puntos respecto al mes anterior, hasta situarse en 110,5 puntos. Las expectativas respecto a la situación futura de la economía han perdido 4,4 puntos, mientras que las relativas al mercado de trabajo han repuntado ligeramente en 0,7 puntos y las expectativas sobre la evolución de los hogares han ralentizado su descenso a -1,1 puntos.

En comparación con los datos de septiembre de 2016 la evolución de la confianza del consumidor ha aumentado 12,2 puntos, con un crecimiento en términos absolutos para la valoración de la situación actual de 12 puntos, mientras que las expectativas han repuntado prácticamente lo mismo (12,4 puntos).

El ICC recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.