Garnier Bio de L'Oréal

infoRETAIL.- Garnier, segunda mayor marca del Grupo L’Oréal, lanza hoy Garnier Bio, “la primera” gama cosmética ecológica certificada dirigida a la gran distribución, con el fin de democratizar la cosmética ecológica certificada.

“Nuestro objetivo es poner al alcance de los consumidores españoles productos de cosmética provenientes de agricultura ecológica, con envases reciclados y reciclables, al alcance de todos los bolsillos”, ha explicado durante rueda de prensa el director general de Garnier, Guillaume Sonolet.

Garnier Bio llegará a 5.000 puntos de venta (perfumerías, supermercados, y herbolarios) en su primer año de lanzamiento “con el objetivo de conquistar el liderazgo en la cosmética ecológica certificada en un plazo de tres años y de responder a la creciente petición de transparencia y de sensibilidad medioambiental y social por parte de los consumidores españoles”, tal y como ha señalado Sonolet.

La gama cuenta con ocho productos con precios “accesibles” (recomendados por debajo de los nueve euros) y provenientes de la agricultura ecológica con el sello Cosmos Organic de Ecocert, primer organismo de certificación en desarrollar un estándar para los cosméticos naturales y ecológicos.

La nueva marca llegará a 5.000 puntos de venta y cuenta con el sello Cosmos Organic de Ecocert

Además de fórmulas veganas (no contienen ningún ingrediente o derivado de origen animal) y un etiquetado donde el consumidor puede ver con claridad la lista de ingredientes y su origen ecológico, en su mayor parte provienen de plantaciones ecológicas y de aprovisionamiento solidario. En cuanto al impacto sobre el medio ambiente, entre otros factores, los materiales son un 100% reciclables y todas las botellas están fabricadas con PET 100% reciclado.

Por su parte, la directora general de Ecocert Greenlife, Valerie Lemaire, ha explicado durante la presentación la diferencia entre productos ecológicos y los naturales, debido a la gran confusión existente en el mercado.

En concreto, un producto ecológico siempre debe contar con una certificación que lo garantice, mientras que un cosmético de origen natural no tiene por qué. Además, contienen al menos un 20% de ingredientes provenientes de la agricultura ecológica, y otra serie de factores relacionados con la sostenibilidad, como por ejemplo la biodegradabilidad o el reciclaje.