Banderas de España y Portugal

infoRETAIL.- Más allá de lo que la cercanía geográfica, el consumo en España y en Portugal están más alejados de lo que parece. Así, mientras que sólo el 16% de las ventas de gran consumo en el mercado español corresponde a promociones, esa cifra se dispara en Portugal hasta el 46%, según revela el informe ‘Descubriendo al shopper ibérico’ de Nielsen.

En concreto, un 81% de los consumidores lusos aprovecha las ofertas y promociones de los productos que compra habitualmente, frente al 62% de los españoles. Esta preferencia por la promoción ha provocado que el conocimiento de los precios por los portugueses esté muy distorsionado.

Frente a los promo-lover de Portugal, en España  el consumidor es más smartshopper, de tal forma que siete de cada diez tienen hipersensibilidad al precio, mientras que menos de la mitad de los portugueses han conseguido desarrollarla.

En el acumulado a octubre, ambos mercados crecen en torno al 3%, pero en España la principal causa es el precio, que ha crecido en este período un 3,6%

Otra diferencia entre ambos mercados se refiere al control del gaso: mientras que en España metemos en la cesta productos que no estaban contemplados inicialmente, en Portugal la compra es más improvisada, pero más restrictiva en cuanto a los euros a gastar, y de ahí la búsqueda de promociones en pro del ahorro.

En este sentido, ocho de cada diez españoles van con la lista de la compra frente a un 69% de portugueses. En cambio, éstos van a la tienda con un presupuesto estricto, tal como hacen dos de cada tres lusos, frente al 44% en España.

Y este comportamiento tiene su reflejo en la predisposición a probar cosas nuevas. Un 41% de españoles están abiertos a comprar productos y marcas nuevas, cuando en Portugal apenas dos de cada diez muestran esta actitud frente a la novedad y la innovación. Y es que es un consumidor que habitualmente prefiere lo de siempre, con una inquietud por lo saludable y los productos de bajos en grasa.

Uno de los rasgos que más definen al consumidor portugués es que les encanta ir a la tienda a hacer la compra. Ocho de cada diez disfrutan haciendo esta tarea, bastante más que los españoles, ya que poco más de la mitad afirma que realmente disfruta con ello.

España triunfa en experiencia online
Pero más allá de la experiencia en sí, esto es un freno para el desarrollo del e-commerce de gran consumo en Portugal. No en vano, apenas un 2% de lusos hicieron recientemente la compra por Internet, frente al 19% de españoles.

Y además no hay visos a corto plazo de que esta tendencia vaya a cambiar mucho. Un 81% de portugueses afirma que nunca comprará online, cuando en España es apenas un 17% quien se muestra tan tajante.

En Portugal se prefiere la experiencia física: un 81% de portugueses afirma que nunca comprará online, cuando en España es apenas un 17% quien se muestra tan tajante

En este rechazo en Portugal tiene que ver en efecto el gusto por ir a la tienda, pues casi dos de cada tres citan este aspecto como barrera para iniciarse en la compra online. A su vez, un 40% se echa para atrás con Internet por no poder tener contacto directo con los productos.

En España en cambio las barreras son más factibles de solucionar. La principal es no poder examinar el producto. Además, entre un 35% y un 40% de consumidores argumentan los costes extra y la calidad del producto. Esto significa que dos de los principales motivos atañen a la confianza, que es uno de los aspectos en los que deben trabajar más los distribuidores para que el online sea una realidad en nuestro país.

Si bien hay diferencias entre la versión española y la portuguesa del shopper ibérico, en cuanto a mercado, las tendencias son parcialmente similares. En el acumulado a octubre, ambos mercados crecen en torno al 3%, pero en España la principal causa es el precio, que ha crecido en este período un 3,6%, empujado por los productos frescos (+5,1% de encarecimiento), que suponen una tercera parte del gasto de la cesta de la compra.

En Portugal, sin embargo, si bien la cesta es un 2,4% más cara (sólo envasados, sin contar frescos), la demanda ha crecido hasta octubre un 0,7%. En España, el volumen de venta, es decir, las unidades (kilos y litros) que incluimos en la cesta ha caído un 0,5%. Si terminara el año en negativo, sería el primero desde el inicio de la recuperación en que no crece la demanda.

“Los españoles quieren una buena relación calidad-precio y un buen surtido, mientras que los portugueses el precio lo dan por hecho", comenta la directora de Iniciativas Estratégicas de Nielsen, Ángela López Antón. "Los portugueses están tan acostumbrados a buscar el folleto de la tienda con las ofertas que el elemento diferencial para elegir tienda está en el surtido y en poder hacer la compra en un sitio que les resulte agradable y enfatice la experiencia.

"Y no hay que perder de vista los frescos, todo un influencer para decidir a qué tienda acudir, y en el caso particular de España la comida preparada. El súper, al menos en nuestro país, será en un futuro la madre que nos cocine”, concluye.