Distribución desperdicia 3% de frescos

infoRETAIL.- La distribución organizada desperdicia una media del 3% de alimentos frescos en España, que equivale a 128.000 toneladas con un valor económico de 484,3 millones de euros. Así se desprende del 'Estudio sobre el desperdicio alimentario de productos frescos en el sector Distribución' elaborado por Nielsen para Checkpoint Systems.

La sección de pescadería es la más afectada (5,5%), por delante de frutas y verduras (3,2%) y carne (2,7%). "Son productos muy sensibles, pero la distribución organizada tiene medios para su gestión y reutilización", ha señalado Carmen Hernández, Consumer Insights Consultant Manager de Nielsen, durante la presentación del informe.

El documento concluye que las cadenas de distribución tienen un “nivel relevante de compromiso social” hacia la reducción del residuo y su reutilización. Sin embargo, actualmente todavía un 49% de los productos frescos no aptos para la venta pero sí para el consumo va directamente a la basura y solo el 27% se recicla o reutiliza, mientras que el 24% es donado.

En este sentido, la carne y el pescado, por sus condiciones de conservación, son menos reutilizados que las frutas y verduras. Un 88% de los productos cárnicos no aptos para la venta pero sí para el consumo se desecha por seguridad alimentaria; lo mismo ocurre con el 75% de los pescados y el 50% en el caso de las frutas y verduras.

También, los productos hortofrutícolas presentan una mejor reutilización en forma de donaciones: un 50% se destina a estas causas por el 38% en el caso de la carne y el 25% en el de los pescados. “Las cadenas prefieren tirar el producto antes que generar un posible riesgo alimentario”, explica Carmen Hernández.

Origen y evolución
En cuanto al origen del desperdicio, los encuestados manifiestan que el lugar donde se producen las mermas con mayor frecuencia es la sala de ventas. Aquí, un 33% considera que el desperdicio se corresponde a la manipulación del personal en la venta asistida, un 22% que es causado por el consumidor durante su compra en autoservicio y otro 22% que se da durante la colocación del producto en el punto de venta.

Por tipo de venta, el autoservicio representa el principal generador de residuo alimenticio para las frutas y verduras, produciendo el 75% del desperdicio total de los productos hortofrutícolas. Por su parte, carnes y pescados no registran mermas en este tipo de venta y las pérdidas más pronunciadas provienen por la manipulación del personal, casi siempre necesaria por tener que limpiar y preparar las piezas.

La venta asistida representa el 88% del desperdicio en productos frescos cárnicos y el 50% en productos de pescadería. El desperdicio alimentario a través de la venta en barquetas afecta en mayor grado al pescado con un 50%, seguido de las frutas y verduras con un 25% y la carne con un 12%.

Sobre la evolución de este fenómeno, el 44% de las cadenas consultadas afirma que el desperdicio alimentario de frescos en menor respecto a hace tres años y solo un una de cada diez (11%) estima que se desperdicia ahora más. En cuanto a la recuperación, el panorama también es optimista, ya que el 62% de los encuestados considera que actualmente se recupera o reutiliza más este desperdicio y nadie cree que este dato sea ahora menor que tres años atrás.

Otra de las claves para la mayor o menor generación de desperdicio alimentario tiene que ver con la estacionalidad. Según el estudio, la temperatura resulta un factor determinante a la hora de conservar los productos frescos, por lo que durante las estaciones de calor es cuando se registran los mayores porcentajes de residuos.

De hecho, solo el 34% de los establecimientos encuestados considera que el desperdicio que se genera es igual en cualquier época del año, mientras que el 66% asegura que es mayor en primavera y verano. Entre las principales razones que aducen se encuentra la temperatura, que afecta a la conservación de los productos (38%), una afluencia de clientes más variable que dificulta ajustar la oferta (25%) y la vida más corta de los productos de temporada en condiciones óptimas (25%), entre otros motivos.

Uso de tecnología
Todos estos datos confirman una tendencia positiva en cuanto a la reducción del desperdicio alimentario en la Distribución en España. Una de las causas principales que permiten hablar de reducción en el desperdicio alimentario generado en el sector tiene que ver con que más de la mitad de los retailers han incorporado, durante estos años, sistemas de gestión de residuos.

De hecho, el 62% de las cadenas que participan en el estudio han implantado un sistema de gestión del residuo perfectamente definido y el 88% cuenta con planes de prevención, que en un 71% tienen previsto ampliar. Por su parte, en aquellas cadenas sin plan de prevención, una de cada tres asegura tener intención de desarrollarlo.

Los datos del informe indican que el 38% de las cadenas ya dispone de soluciones tecnológicas contra el desperdicio de productos frescos en sus tiendas. Mientras, del 62% restante, más rezagado en la actualización de sus procesos, un 20% asegura estar al corriente de las diversas soluciones disponibles por un 80% que manifiesta asegura no haber profundizado en este tipo de tecnología todavía.

"La radiografía sobre el desperdicio alimentario que ofrece este estudio nos habla de que el sector de la distribución mejora cada vez más en la gestión de residuos en productos frescos y lo hace con la tecnología como mejor aliado”, explica el director general de Checkpoint Systems en España y Portugal, David Pérez del Pino.

“Soluciones como la tecnología RFID junto con un programa de etiquetado en origen contribuyen a hacer más eficiente la gestión de los productos frescos gracias a la automatización de los procesos", señala el directivo, que cuantifica en un 7% el incremento de ventas con el uso de esta tecnología.