Refrigerados de Mercadona

infoRETAIL.- Mercadona invirtió el año pasado más de 40 millones de euros en la protección del medio ambiente. La cadena de supermercados dispone desde hace años de un sistema de gestión ambiental propio con el objetivo de reducir el impacto de sus procesos. Uno de los pilares de su política medioambiental se centra en el ahorro energético.

Así, la empresa presidida por Juan Roig fomenta el uso de energías renovables tanto en sus tiendas como en sus bloques logísticos, impulsando iniciativas para reducir el consumo y ser más respetuosos con el medio ambiente.

En materia de ahorro energético, Mercadona tiene implantadas varias medidas como la renovación de sus tiendas a un nuevo modelo más eficiente y sostenible. “Estos espacios de venta consumen hasta un 40% menos en iluminación y refrigeración con respecto a una tienda tradicional”, tal y como aseguran desde la compañía.

Desde Mercadona sostienen que su nuevo modelo de tienda eficiente consume hasta un 40% menos en iluminación y refrigeración con respecto a una tienda tradicional

La compañía cuenta con más de 800 supermercados adaptados a este nuevo modelo que dispone de un sistema de iluminación led, contribuye a la recuperación y reaprovechamiento del calor residual, introduce mejoras de aislamiento y un sistema de gestión de alarmas que garantiza a diario la temperatura óptima de los muebles refrigerados.

Para lograr el objetivo de recudir el consumo, sus establecimientos disponen también de un sistema automático que gestiona los horarios de apertura y cierre, para garantizar que los sistemas de iluminación, extracción y climatización estén solo encendidos cuando sea necesario.

En esta línea, Mercadona cuenta con un sistema de ahorro energético en la instalación de climatización que permite adaptar el consumo en función de la temperatura exterior de manera automática.

Por otro lado, existen otras iniciativas ecoinnovadoras que Mercadona lleva a cabo para reducir impactos en materia energética, como la implantación de jardines en algunas tiendas para mejorar su integración en el entorno, reduciendo la contaminación y el denominado 'efecto isla de calor'. Este es el caso de las cubiertas ajardinadas en algunos supermercados de Madrid que aportan ventajas estéticas, sociales y medioambientales tanto a la tienda como al entorno.