Establecimiento de Alcampo

infoRETAIL.- Alcampo sigue dando pasos hacia la descarbonización. Así lo revela que en la última década haya reducido un 85% las emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2e) para los Alcances 1 y 2, que miden las emisiones directas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) procedentes de fuentes que pertenecen o son controladas por la compañía, así como aquellas indirectas que proceden de la generación de electricidad.

Desde la compañía explican que esta reducción, medida en KgCOe/m2, responde a las actuaciones llevadas a cabo en los hipermercados y supermercados desde 2010 y 2013, respectivamente, años base para la medición de la huella de carbono que la compañía hace pública cada ejercicio.

En la huella de carbono publicada en 2021 (relativa a las emisiones de CO2e de 2020) se recogen las emisiones referentes a los Alcances 1 y 2 completos y parte de las relativas al Alcance 3, que refleja las emisiones indirectas producidas como consecuencia de las actividades de la organización, aunque éstas sucedan en fuentes que ni son propiedad ni están controladas por Alcampo. Es el caso del suministro de agua, el consumo de papel, la logística interna y, por primera vez, la comercialización de productos.

El 100% de la energía utilizada por Alcampo procede de fuentes renovables

Por Alcances, cabe indicar que en el Alcance número 1, que recoge las emisiones producidas por los gases refrigerantes y por la combustión de gas natural y gasoil, se ha evitado la emisión de 9.812 toneladas de dióxido de carbono, cifra que supone una reducción del 16% respecto al año 2019.

Las emisiones relativas al Alcance 2 son nulas (cero emisiones), ya que desde 2018 el 100% de electricidad consumida por Alcampo procede de fuentes renovables, contando con certificado de 'Garantía de Origen' expedido por la empresa comercializadora.

Respecto al Alcance 3 se ha evitado la emisión de 5.980 toneladas de CO2e, suponiendo una reducción del 13% respecto al año 2019. Estos datos son los referentes a las emisiones de ocasionadas en el suministro de agua empleada en los centros y tratamiento de las aguas residuales, la producción de papel empleado y en la logística de los productos vendidos, sin tener en cuenta la comercialización de los mismos, al haber sido medidas sus emisiones por primera vez.