¿Reducir horarios contra la crisis energética?

infoRETAIL.- La crisis energética que sufre toda Europa está impactando de forma notable en las cadenas de distribución, que promueven medidas para ahorrar energía ante el aumento de los costes de electricidad y gas. ¿Sería eficiente una reducción de los horarios comerciales de la distribución frente a la crisis energética? La cadena alemana Tegut, propiedad del grupo suizo Migros, considera que sí. Y no es la única. 

En una carta remitida a los 16 gobiernos de los lander alemanes, el director general de Tegut, Thomas Gutberlet, ha propuesto reducir los horarios durante tres meses en toda Alemania. En su opinión, la apertura al público debería seguir “el ejemplo de Baviera”, que establece como hora límite para las tiendas de alimentación las 20:00 horas.

Lo cierto es que los horarios comerciales en cada uno de los estados federales de Alemania son muy heterogéneos, siendo los de Baviera y Saarland los más restrictivos (de 6:00 a 20:00 horas, de lunes a sábado). Sin embargo, en otras regiones, como Baden-Württemberg, Berlín, Brandeburgo, Bremen o Hamburgo la legislación permite la apertura de las tiendas durante las 24 horas del día, de lunes a sábado.

La cadena alemana Tegut propone limitar la apertura de las tiendas de alimentación hasta las 20:00 horas, de lunes a sábado

Además de la reducción de los costes energéticos, el objetivo de esta medida también incluye recuperar el atractivo del sector para el empleo. Y es que, según un portavoz de la cadena, existe un problema creciente de personal. Con horarios de trabajo más atractivos, Tegut espera que vuelvan a presentarse más candidaturas. 

Asimismo, el recorte del horario también supondría una mejora de la sostenibilidad, ya que esto permitiría conservar los recursos, incluso después de la crisis energética.

Pero Tegut no está sola con su sugerencia. Dieter Hieber, propietario de 16 tiendas de Edeka en el suroeste de Alemania, ha decidido cerrar temporalmente sus supermercados los miércoles al mediodía. Sin embargo, su justificación no se basa principalmente en el ahorro de energía, sino en la escasez de personal, tal y como ha señalado al portal especializado Lebensmittel Zeitung

Muchos han trabajado en condiciones extremas desde el comienzo de la pandemia. Muchos se sintieron agotados, ahora se suma la frustración. “Al comienzo de la pandemia, éramos considerados como héroes en el comercio de alimentos”, explica Hieber a la prensa especializada, “ahora, a menudo, sentimos la ira de los clientes cuando los productos se encarecen más caros o ni siquiera están. El estado de ánimo es tenso”.