infoRETAIL.- “Está demostrado que las empresas con un mayor número de mujeres en puestos de liderazgo obtienen un mejor rendimiento”. Así de rotunda se muestra la secretaria general de Coca-Cola European Partners (CCEP) Iberia y miembro del equipo de estrategia de CCEP, Isabela Pérez (en la imagen), durante una entrevista concedida a Efe, en la que aborda la problemática de la desigualdad en el ámbito laboral.

La dirigente explica que las empresas, los gobiernos y la sociedad, en general, deben trabajar en favor de una sociedad más igualitaria.

“Las compañías incorporando prácticas empresariales que garanticen la igualdad en el proceso de reclutamiento, en el ámbito laboral promoviendo el desarrollo de competencias, horarios racionales y flexibilidad laboral. Los gobiernos adoptando medidas que incentiven la igualdad y la sociedad comprometiéndose con una cultura más abierta, sin estereotipos de género”, sostiene.

Echando la vista atrás, Isabela Pérez destaca que se ha producido un “cambio fundamental” en el sector privado en materia de igualdad durante los últimos años: “Las empresas han tomado conciencia de que una compañía más igualitaria e inclusiva es una compañía mejor y más rentable”.

En su opinión, el siguiente paso en este proceso inclusivo en las empresas sería “conseguir que la igualdad esté en la agenda de los consejos y de los directivos y que se ponga foco en la adopción de medidas identificadas al efecto, así como en el seguimiento de su implementación”.

Finalmente, Isabela Pérez se ha referido a la diferencia en la retribución entre sexos: “La llamada brecha salarial entre hombres y mujeres genera un supuesto de discriminación directa con el que debe acabarse si se quiere tener una sociedad más justa y empresas con trabajadores más motivados y productivos que favorezcan el desarrollo económico”.

La secretaria general de CCEP Iberia también recuerda el ‘techo de cristal’, que se refiere a “las barreras (auto barreras a veces) invisibles a las que las mujeres se enfrentan a la hora de obtener un ascenso profesional y salarial: factores socioculturales, reparto de tareas familiares, prejuicios y estereotipos de género, o barreras estructurales en las políticas de empresa”.