Ana Valencia, de OROBrands Altair Group

infoRETAIL.- Con el verano a la vuelta de la esquina, “el balance que realizamos de las ventas de insecticidas es positivo, ya que a nivel local, el pasado año conseguimos resistir en cuota, a pesar del contexto económico complicado; y, en cuanto a exportación, seguimos siendo la marca líder en esta categoría en inmensidad de países de África”, explica la directora de Marketing de OROBrands Altair Group, Ana Valencia. 

“Partiendo de que es una categoría muy estacional, y que además depende de si hay más o menos insectos, el balance que se realiza de su evolución es bueno, ya que la categoría ha crecido en valor más del 5%, justificado por el incremento de precios y la estabilidad en el volumen de unidades vendidas”, prosigue la directiva, para quien el mercado de insecticidas “se ha estabilizado en niveles prepandemia”. 

Asimismo, Valencia también señala que el mercado de insecticidas para hogar tiene en España una penetración del 55%, porcentaje que varía en función de las zonas del país: en Levante, por ejemplo, la penetración alcanza el 67%, pero en el norte se queda en un 40%. “Se trata de un producto que necesitas o no, motivo por el que la penetración no es algo que esté en manos de los fabricantes, quienes simplemente podemos ayudar a los consumidores a través de nuevos formatos o con un porfolio que considere nuevos tipos de necesidades como, por ejemplo, hipoalergénicos”. 

A propósito de la innovación, OROBrands pone el foco en incrementar la eficacia de sus productos y, por otra parte, y con el objetivo de adaptarse mejor al consumidor actual lanzará “formatos más convenience que mejoren el out of pocket en un contexto económico complicado”, prosigue la directora de Marketing. 

“La eficacia del producto es una clave fundamental, aunque de cara al futuro nos centraremos en cómo mantenerla al tiempo que reducimos el impacto en el medio ambiente; en definitiva, se trata de introducir sustancias más naturales para tener productos más respetuosos con el entorno”, concluye Ana Valencia.