Cliente en tienda física

infoRETAIL.- Los españoles se encuentran entre los consumidores que más confían en ir a la tienda física en el contexto actual de la pandemia de covid-19, según el estudio ‘El comprador influyente’ de SAP y The Economist Intelligence Unit, que analiza los hábitos de compra adquiridos durante la pandemia (junio-agosto) en comparación con el periodo anterior (enero-marzo), por grupos generacionales: baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964), generación X (1965-1980), millennial (1981-1996) y generación Z (1997-2010).

Así, apenas un 23% de los españoles se siente temeroso al ir de compras, sólo superado por el 21% de los italianos. En el lado opuesto se sitúan Reino Unido, con un 41%, y Estados Unidos, con un 32%, siendo los más reacios a acudir a establecimientos físicos, seguidos de Alemania, con un 27%.

Por edades, los millennials sienten más miedo (36%) a comprar en establecimientos que los miembros de la generación X y los baby boomers (ambas con un 30%). La generación Z, por su parte, es la que menos insegura se siente en esos espacios, con un 24%.

Ese temor se manifiesta también al analizar las ventajas de la compra online, ya que el 44% de los encuestados menciona, entre las dos primeras opciones, evitar multitudes, aunque el principal beneficio de este canal, señalado por un 49%, es la comodidad que proporciona poder adquirir los productos en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Los baby boomers y la generación X son los que señalan este beneficio con más fuerza (59% y 51%, respectivamente), frente a los millennials y la generación Z (con 42% cada uno). La tercera ventaja (con un 42%) es el ahorro de tiempo.

No obstante, el estudio también ha querido ahondar en las ventajas que reconocen los consumidores a comprar en tiendas físicas. La primera, para todas las generaciones, es la gratificación instantánea de llevarse el producto directamente a casa. Así lo manifiesta el 57% de los encuestados.

La segunda es la posibilidad de evaluar el aspecto y el tacto del producto (37% de los encuestados). En tercer lugar, seleccionan las ofertas y descuentos. En este sentido se produce cierta discrepancia intergeneracional, ya que los baby boomers y la generación X (ambos con un 31%) consideran que los establecimientos tradicionales realizan mejores ofertas que el canal online, mientras los más jóvenes piensan lo contrario.

En cualquier caso, en general, en todos los países en los que se ha realizado la investigación, el incremento del gasto online entre junio y agosto ha sido del 15%, lo que pone de manifiesto el buen momento que está atravesando el e-commerce.

Los baby boomers lideran el aumento del gasto online, pasando del 25% que representaba este canal en el total de sus ventas entre enero y marzo, a un 37%, en junio y agosto. Les sigue la generación X, que ha pasado del 39 al 47%. No obstante, son los millennials quienes más invierten en este canal.

¿Se mantendrán los nuevos hábitos?
Cuando la situación provocada por la pandemia mejore y se reduzcan las restricciones, los hábitos de compra adquiridos en estos meses cambiarán, aunque más de seis de cada diez encuestados (61%) asegura que mantendrá alguno de ellos. Los más jóvenes, millennials (66%) y Z (61%), serán los más propicios a conservarlas y los baby boomers los que menos las mantendrán (55%). La generación X se sitúa casi en la media (60%).

Con un horizonte económico marcado por la incertidumbre y una situación en la que un tercio de los tres grupos más jóvenes y un 22% de baby boomers asegura haber visto reducidos sus ingresos, el 25% de los participantes se muestra pesimista con respecto a la recuperación económica tras la pandemia.

Los más jóvenes ven la recuperación más complicada: un 31% y un 28% de la generación Z y millennials, respectivamente, frente al 20% de la generación X y el 22% de baby boomers. De hecho, un 30% de los tres grupos más jóvenes no tenían la seguridad de poder hacer frente a los gastos esenciales en los seis meses posteriores a la realización de la encuesta. El porcentaje de baby boomers en esa situación es de un 17%.

Esa reducción de los ingresos es la responsable de la caída de un 9% en el gasto total mensual en el comercio minorista entre junio y agosto, en comparación con el período de enero-marzo.