infoRETAIL.- Platos Tradicionales, ha cerrado el ejercicio de 2020 con una facturación que asciende a los 115 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 15,3% respecto al 2019. Este aumento también se ha registrado en términos de volumen de producción, llegando hasta las 27.000 toneladas, un 7,6% más que el ejercicio anterior.
Para la empresa, que cuenta con una plantilla de 689 trabajadores, estos resultados se deben a la fuerte inversión dedicada a la ampliación de la planta que ha generado una mayor capacidad de producción, y a la buena acogida que está teniendo el nuevo surtido de recetas, lo que ha supuesto un resultado del ejercicio de 6,3 millones de euros.
En este sentido, la compañía ha potenciado su crecimiento tras la inversión de más de 50 millones de euros en los dos últimos ejercicios, enmarcada en el plan estratégico que la compañía puso en marcha en 2018 y que responde al objetivo de satisfacer las nuevas demandas de los consumidores.
El plan inversor de la compañía con sede en Buñol (Valencia), que culminó en 2020, ha dado lugar al incremento de la capacidad productiva de Platos Tradicionales, y se ha sustentado en la ampliación y automatización de sus nuevas instalaciones. Esto ha supuesto la adquisición maquinaria de última generación para la mejora de procesos y la puesta en marcha de nuevas líneas de producción.
En este sentido, la compañía ha doblado prácticamente sus líneas de producción, pasando de ocho a 15. Asimismo, en línea con el plan de expansión y crecimiento, la empresa ha reforzado su plantilla desde 2018 con la contratación de más de 250 nuevos profesionales.
Dos paquetes de inversiones
El primer paquete de inversiones se ha destinado a la remodelación de la planta de Platos Tradicionales, la cual ya ha finalizado y ha supuesto una ampliación de 7.500 metros cuadrados. También ha ido dirigido a la implementación de los procesos productivos "más punteros de la industria", de la mano de la compañía DCM como integrador de la tecnología del proyecto. De esta forma, se ha convertido “en una de las plantas de producción de platos preparados más avanzadas de Europa”, según explican desde la compañía.
Gracias a esta transformación, la planta cuenta con una superficie de más de 45.000 metros cuadrados y con 15 líneas de producción; todo ello, para asegurar a los consumidores las máximas garantías de calidad y seguridad alimentaria. De hecho, se ha ido eliminando el uso de colorantes y conservantes artificiales.
El plan inversor de más 50 millones de euros de la compañía con sede en Buñol (Valencia) ha dado lugar al incremento de la capacidad productiva de Platos Tradicionales, y se ha sustentado en la ampliación y automatización de sus nuevas instalaciones
Asimismo, 20 de esos 50 millones de euros, han ido destinados para la nueva gama de lasañas y otros productos gratinados que se producen en esa planta. Un proyecto que ha sido desarrollado por el equipo de C+I+D (creatividad + innovación + desarrollo) de la compañía junto al equipo de ingeniería y procesos, quienes han dado forma a cuatro líneas productivas de alto rendimiento, totalmente automatizadas.
El segundo paquete inversor ha sido destinado al desarrollo de nuevas recetas para ofrecer al consumidor una amplia y variada gama de platos preparados saludables y sostenibles. Tras los estudios pertinentes de tendencias de consumo, se ha trabajado en la detección de los nuevos hábitos, preferencias, motivaciones, influencias de los consumidores.
Por ello, a lo largo de 2020 y 2021, Platos Tradicionales ha lanzado un nuevo surtido de recetas ‘listas para calentar’ que consta de: platos de gratinados, platos cocinados y platos de asados. Entre los nuevos productos lanzados al mercado fruto del plan inversor llevado a cabo por la compañía destacan el spaghetti neri, el pollo oriental o el pastel de calabacín y pollo.
Igualmente, dentro del plan, se ha potenciado la sostenibilidad. Prueba de ello es la línea de gratinados, en la cual se ha sustituido la barqueta de plástico y aluminio por una de madera, un formato más respetuoso con el medio ambiente. Además, en lo que respecta a las instalaciones, cabe destacar que se han construido bajo criterios de preservación del medio ambiente y en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marca la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, del mismo modo, a finales de 2020 la compañía se sumó al convenio con Aecosan para la mejora de la composición de los alimentos; en concreto, para la reducción de grasas y sal en las recetas elaboradas.
En este sentido, cuenta con las últimas tecnologías que permiten un consumo sostenible y un uso eficiente de los recursos. Además, se ha invertido en equipamiento de alto rendimiento y en su automatización, lo que ha supuesto la reducción de residuos e importantes mejoras de la eficiencia energética.