Mikhail Fridman, de LetterOne

infoRETAIL.- Se abre una nueva vía judicial para el inversor ruso Mikhail Fridman (en la imagen), máximo accionista de Grupo DIA a través de su fondo LetterOne. A su declaración de hoy en calidad de imputado ante la Audiencia Nacional por la quiebra de la compañía tecnológica Zed, se suma una investigación sobre el modus operandi para hacerse con el control de la empresa de distribución.

En concreto, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha emitido un auto en el que se investiga si Fridman actuó a través de un "entramado societario criminal" para provocar la caída del precio de las acciones del grupo DIA y hacerse así con el control de la compañía a un coste más reducido.

Según informa Efe, el documento hace alusión a un informe policial en el que se apunta que Fridman es el máximo responsable de una trama que generó en la empresa "una situación de conflicto y provocó situaciones de bloqueo y falta de liquidez a corto plazo para que su cotización cayera".

En concreto, esta estrategia tenía como objetivo mantener "una elevada tensión financiera" para que el precio de la acción permaneciera en niveles bajos, hasta acabar lanzando una oferta de compra por la compañía una vez depreciada a través de LetterOne.

El informe policial indica que la trama "mezcla personas físicas y jurídicas de diversas nacionalidades -entre ellas, mercantiles noruegas-, lo que acrecienta la complejidad de las labores de investigación". Asimismo, reconoce que "en países como Estados Unidos, Reino Unido y Holanda las operaciones por este empresario están supervisadas intensamente, lo que no ocurre en España".

Competencia de la Audiencia Nacional
El Alto Tribunal precisa en el auto que el caso será competencia del Juzgado Central de Instrucción número cuatro de la Audiencia Nacional (AN) por, entre otros factores, la "sospecha" de que se haya producido "un perjuicio patrimonial" que afecte a accionistas y trabajadores de DIA en diferentes regiones españolas, con un impacto aún por calcular, pero superior a siete millones de euros.

Considera que "la complejidad de los hechos y de la futura instrucción", en caso de que finalmente se produzca, hace conveniente que sea la Audiencia la responsable de un expediente cuyo origen radica "en una denuncia anónima", según el documento.

Según un informe policial, la estrategia de Fridman tenía como objetivo mantener "una elevada tensión financiera" para que el precio de la acción permaneciera en niveles bajos

El Juzgado Central número cuatro decidió no admitir a trámite la denuncia por falta de competencia el 5 de marzo y se inhibió a favor de los juzgados de Madrid, que rechazaron hacerse cargo el día 29 de ese mismo mes, por considerar que era competencia de la Audiencia. La disputa acabó en el TS, que ha dado la razón a los juzgados de Madrid y deja el expediente en manos de la AN.

En su auto, los magistrados del TS han recordado que DIA cotizaba en el momento de los hechos en el IBEX 35, por lo que la trama podría haber afectado a la economía nacional, alterando el precio de una firma "importante en un sector básico como es el de la alimentación".

De hecho, señalan que la evolución de los precios en el sector del comercio alimentario es "vital" para las personas con menos recursos, por lo que "hay en este caso una afectación de la economía más intensa que en casos como los de Afinsa o Dentix, que los ha llevado o lleva pacíficamente la Audiencia Nacional".

Fridman lanzó el pasado mes de febrero una oferta pública de adquisición (opa) sobre Grupo DIA, que culminó con éxito en mayo. El inversor ruso se hizo con una participación del 10% de la compañía en julio de 2017, fecha en la que el precio de las acciones rondaban los cinco euros. Desde entonces, su cotización fue perdiendo peso, hasta situarse hoy en los 45 céntimos.