infoRETAIL.- El comercio electrónico de alimentos y productos de gran consumo en España sigue sin despegar. Así se desprende de un estudio elaborado por la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicios y Supermercados (Asedas) y la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), presentado esta mañana en Madrid.
En torno al 10% de los consumidores españoles ya compra habitualmente alimentos a través de internet. Según las cifras aportas por Asedas, las ventas online de productos de gran consumo (alimentación, limpieza del hogar y droguería) suponen actualmente entre el 0,8% y el 1% de la facturación de las empresas.
El perfil del comprador online tiene entre 35 y 50 años, cuenta con una educación elevada, dispone de un poder adquisitivo elevado y trabaja fuera de casa. “Tiene un tiempo de ocio escaso y prefiere dedicarlo a otras actividades distintas a ir de compras”, señala María Puelles, doctora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la (UCM).
Los ‘e-shoppers’ suelen combinar las compras online con la tienda física, adquiriendo productos a través de internet una o dos veces al mes, un número sensiblemente inferior a los actos de compra realizados en los establecimientos ‘brick and mortar’ (16-17 veces). Además, su sistema de recogida preferido es la recepción en el domicilio, según asegura el 97% de los encuestados.
Por otro lado, el informe refleja que la fidelidad en el comercio electrónico de productos de gran consumo asciende al 86%, una cifra mucho mayor que en la tienda tradicional (61%). Esta lealtad a una enseña viene dada por la confianza generada en el consumidor sobre el producto que va a recibir.
“El precio y el diseño de la página web no son tan relevantes para el cliente como esta confianza en la elección adquirida con anterioridad en los establecimientos tradicionales”, comenta Puelles, que señala que “los consumidores son reacios a comprar productos que no conocen de la tienda física, por ello son más fieles a marcas y productos conocidos”.
Principales motivacionesEn cuanto a las motivaciones que llevan a los españoles a comprar artículos de gran consumo por internet, Felipe Medina, responsable de Cadena Alimentaria de Asedas, asegura que el principal ‘driver’ es la conveniencia, “ya que ahorra tiempo y es más sencillo que acudir al centro físico”. Igualmente, destaca la relevancia de los hábitos y rutinas, puesto que los ‘e-commerce’ suelen incorporar listas de compra habituales.
Sin embargo, el estudio revela que los consumidores online son más reacios a comprar artículos novedosos que en las tiendas físicas. “El ‘e-shopper’ prefiere probar los productos nuevos antes que comprarlos por internet”, remarca Medina.
En este sentido, los productos más comprados mediante el canal online son leche, productos lácteos, e higiene del hogar, con más del 70% de los encuestados, seguidas de embutidos y cervezas (60%), vinos y otras bebidas alcohólicas (46%). Cierra la lista los frescos, como carnes, pescados, frutas y verduras, con entre el 14% y el 24%.
“La alimentación seca y envasada es lo más comprado por internet, especialmente de enseñas conocidas, ya sean Marcas del Fabricante o Marcas del Distribuidor. Asimismo, los artículos de perfumería, droguería e higiene personal son los más sensibles al precio, de tal forma que pesa mucho en la elección de una tienda u otra, mientras que los frescos son los menos adquiridos, ya que su compra es menos rutinaria, se cambia de una compra a otra”, resume Felipe Medina.
Por último, el responsable de Cadena Alimentaria de Asedas ha revelado que comienza a ser tendencia que los operadores de comercio electrónico abran el espectro de su demanda. “Ya no se limita sólo a ciudadanos particulares, sino que se están incorporando asociaciones, empresas e instituciones a hacer las compras por internet”, señala.
Asimismo, apunta que los pedidos que más realizan a los miembros de Asedas proceden de grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Málaga, al tiempo que destaca la estacionalidad de las compras online de gran consumo: “Nuestro pico se sitúa a finales del periodo vacacional, en los últimos días de agosto y los primeros de septiembre”, concluye Felipe Medina.