infoRETAIL.- “La liberalización comercial está retrocediendo a épocas pasadas, en lugar de desarrollarse”, ha asegurado esta mañana el director general de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Javier Millán-Astray, durante la presentación del informe ‘Los efectos socioeconómicos de la liberalización de los horarios comerciales en la Comunidad de Madrid’, elaborado por Afi.

“La libertad de horarios dinamiza el consumo y nunca puede tener una evolución negativa de las ventas”, ha reconocido el directivo, que asegura que “la capacidad de abrir cualquier día tiene efectos positivos”.

En este sentido, el estudio indica que el impacto de la libertad comercial sobre la demanda es de 2.682 millones de euros adicionales de aportación (directa, indirecta e inducida) al PIB de la Comunidad de Madrid, en el periodo 2012-2016. Este incremento en la actividad económica ha llevado aparejado una recaudación de 1.107 millones de euros al erario público.

José Antonio Herce, socio de Economía Aplicada y Territorial de Afi, ha asegurado que, de los 20.800 puestos de trabajo creados en los últimos cuatro años en la Comunidad de Madrid, 15.514 tienen su origen en la liberalización de horarios, lo que supone el 74,6% del total.

Asimismo, el informe refleja que la libertad comercial ha permitido reducir los precios del sector un 0,05% entre 2012 y 2016. En concreto, ha supuesto un ahorro en precios de 460 euros por habitante madrileño.

Además, de no ser por la liberalización horaria, la redistribución de las compras del domingo al resto de la semana habría supuesto un coste adicional para los consumidores de 1.030 millones de euros. Esto es, el valor del tiempo ahorrado por cada consumidor equivale a 240 euros.

“Con la liberalización de los horarios le devolvemos al consumidor la capacidad de elección y gestión de su tiempo”, sostiene José Antonio Herce, que añade que esta medida “mejora la experiencia de compra y reduce las externalidades”, al tiempo que “aumenta la competencia entre los operadores”.

En este sentido, Herce ha recordado que la libertad de horarios es un factor competitivo para Madrid. “No podemos pretender que los turistas vengan a comprar los martes por la tarde”, ha reconocido, al tiempo que asegura que la transformación digital y la fragmentación de los hogares ha dado lugar a nuevos estilos de vida que “requieren un comercio más flexible y abierto”.