infoRETAIL.- Cerca de un 67% de las fábricas españolas de productos de gran consumo y alta rotación están elaborando entre un 4% y un 8% más de lo necesario para satisfacer su demanda, una cifra superior al margen de tolerancia adecuado, situado entre el 1% y el 3%, según un informe de la multinacional española de software Think&Grow (T&G).

Ante esta situación, el 52% de los fabricantes afirma desconocer cómo minimizar la sobreproducción, que supone una reducción de sus beneficios de manera significativa, en porcentajes que varían dependiendo de los productos y materias primas necesarios para su fabricación, tal y como señalan fuentes de T&G.

El informe indica que esta situación está motivada por cuatro factores fundamentales. El primero, con un 46% de incidencia, es el sobrellenado de las unidades a causa de la imposibilidad de control en tiempo real de las dosificaciones realizadas en cada envase, por la antigüedad de la maquinaria de llenado y envasado.

El segundo factor (24%) son las tiradas cortas de producto debido al cambio de los gustos y preferencias de los consumidores, así como a las tendencias y modas. Esta situación ha obligado a las empresas a ampliar su gama de referencias, incluyendo otras nuevas, y que complementan la producción de referencias clave o con mayores ventas (“productos vaca”), con otros menos demandados o de carácter estacional.

El tercer factor (11%) lo constituye la baja calidad de los materiales auxiliares, y dentro de ello, fundamentalmente los materiales de packaging (envases, tapones, film, etiquetas, cajas, asas, tintas, etcétera).

Por último, y con un 19% de incidencia, la estacionalidad de los productos constituye el cuarto factor fundamental, por la necesidad de incorporar nuevos recursos humanos, generalmente no habituados a las máquinas y a los procesos, lo que supone un problema añadido: la formación, un factor que destaca un 100% de los responsables de planta.

Según David Fernández, director de la división de Industria de T&G, “obviamente estamos ante un problema de obsolescencia de la maquinaria y procedimientos de control que es muy inferior, por ejemplo, en la industria farmacéutica, debido a que las inversiones en estos activos son mayores”.