infoRETAIL.- Dos de las tres familias propietarias del Grupo Freixenet, los Hevia Ferrer y los Bonet Ferrer, cada una de las cuales tiene una participación del 29% en la compañía, se han unido para vender conjuntamente sus acciones. Ante ello, los Ferrer Noguer, que acaparan el 42% de las acciones, quieren conseguir un crédito sindicado por valor de 120 millones de euros para comprar el resto de la compañía.

Según informa La Vanguardia, la familia del presidente de Freixenet, José Luis Bonet, se ha sumado a la decisión adoptada por la familia Hevia, liderada por Enrique Hevia, vicepresidente y director financiero de Freixenet, de vender sus acciones, descontentos por la pérdida de rentabilidad que ha sufrido la bodega en los últimos años. De hecho, en su último ejercicio fiscal, Freixenet facturó 501 millones de euros, pero sólo ganó 2,2 millones.

Según indica el rotativo de Barcelona, José Ferrer, presidente de honor de la compañía, podría comprar las acciones de sus primos por el valor antes indicado, sabiendo que fuentes financieras han valorado la compañía entre 550 y 600 millones de euros, si bien arrastra una deuda cercana a 300 millones. A principios del siglo XXI, la empresa recibió ofertas próximas a 900 millones de euros, cuando se encontraba en su pico de rentabilidad.

Otra opción podría ser que las familias dieran entrada en el accionariado al grupo vinícola alemán Henkell o a un fondo de inversión.