infoRETAIL.- La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) y la Confederación Española de Comercio (CEC) se han mostrado contrarias al establecimiento del nuevo límite de 1.000 euros a los pagos en efectivo.

En su opinión, se trata de una medida que afectará a la actividad comercial, ya que supone una barrera al consumo y nuevo coste de transacción, que “prácticamente obliga a todos los ciudadanos a poseer una tarjeta”.

En una nota conjunta, ambas organizaciones lamentan que el plan de ajuste del déficit previsto por el Gobierno se asiente principalmente sobre nuevas barreras al consumo y subidas de impositivas a hogares y empresas.

Asimismo, las asociaciones consideran un “error” plantear esta medida en plena campaña de Navidad sin haber consultado previamente a los sectores más afectados.

“Anged y CEC defienden sin ambages la lucha contra el fraude fiscal en España”, afirman ambas entidades, que consideran “desproporcionado” implantar un límite tan bajo para las operaciones en efectivo, ya que prácticamente “pone bajo sospecha a cualquier consumidor” que realice compras en el comercio.

Así pues, las dos organizaciones apuestan por “actuar directamente sobre las fuentes del fraude y la economía sumergida en España, que son reconocibles, en lugar de presionar a los hogares y empresas con nuevos impuestos y trabas a su actividad”.