infoRETAIL.- Según el responsable del departamento de Legislación de AINIA Centro Tecnológico, José María Ferrer, el Brexit repercutirá en el sector agroalimentario, dando lugar a relaciones mucho más complejas entre la Unión Europea y el Reino Unido. Así, el experto apunta que “en el corto plazo todavía no se va a percibir, pero a medio plazo se observarán dificultades a la hora de comercializar los productos alimenticios en el Reino Unido”.

Ferrer apunta además que “si la salida de la Unión Europea se concreta, tendremos que ver cómo se retorna a un escenario en el que la legislación alimentaria de aplicación en las materias primas y productos acabados destinados al Reino Unido será diferente de la exigible en la Unión Europea de los 27, con la complejidad que esto supone”.

Una de las consecuencias inmediatas será el etiquetado. Desde el 13 de diciembre de 2014 existe  una legislación común a la hora de etiquetar los alimentos, pero con el Brexit “podemos encontrarnos con unas nuevas exigencias en esta materia por parte de las autoridades británicas, con la consiguiente dificultad a la hora de trabajar con los etiquetados multilingües, algo por otra parte cada vez más extendido”.

Otra cuestión importante son los controles en alimentos - contaminantes, plaguicidas, patógenos y materiales -. Ferrer se plantea qué va a suceder con los límites de residuos de plaguicidas (LMR) en los productos destinados al Reino Unido, si seguirá aplicando el Reglamento 396/2005 o similar, “o por el contrario retrocederemos a décadas pasadas y se desatará una ‘guerra’ a la hora de marcar los LMR por parte del Reino Unido, con la consiguiente complicación para los productores hortofrutícolas”.

Por otra parte, “la marcha del Reino Unido tendrá como consecuencia que estará también fuera del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) y, en su caso, tendrá que plantearse qué sistema pone en marcha y cómo se coordina con el RASFF”, añade Ferrer.

Paralelamente, “los productos agroalimentarios que desde el Reino Unido se exportan a la Unión Europea también se verán afectados”, apunta el experto.

Según Ferrer “tendremos que esperar para ver qué acuerdo final se establece; si será un modelo similar a Noruega o como el que tiene Suiza. En cualquier caso, la actividad agroalimentaria se complicará, lo que no quiere decir que vaya a cesar, dado que tanto la Unión Europea como  Reino Unido en este ámbito se necesitan y tendrán que seguir trabajando juntos”.