Hurtos en el supermercado

infoRETAIL.- Licores, aceites, ibéricos, afeitados y vinos son los productos más robados en los supermercados españoles, según el III Informe de STC. El estudio, que ya el año pasado permitió hacer una radiografía del hurto por comunidades autónomas, refleja cómo la perdida desconocida en los supermercados españoles sigue una tendencia al alza y, con ella, la necesidad de encontrar herramientas de protección para disuadir estos hurtos.

Respecto al año anterior, entra en el ranking, pisando fuerte, el aceite. Y es que, en tan sólo un año, el aceite de oliva se ha convertido en el producto más robado en los supermercados de la mitad del país, ocupando la segunda posición en el pódium de los cinco productos que más rápido abandonan las estanterías sin pasar por caja -sólo por detrás de los licores-.

Por comunidades, destaca en el robo de este producto Aragón, Andalucía, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Baleares o Extremadura, tal y como se muestra en el gráfico inferior.

“En 2023 el aceite no estaba en el top 5, tan sólo se mencionaba como un producto diferencial en dos comunidades autónomas. Ahora es el problema principal en ocho de las comunidades. Como hecho diferencial respecto a otras categorías del top, en este caso no se trata de un robo marquista. Se roba por igual el aceite de marcas reconocidas como las marcas blancas”, asegura el socio director de STC Nedap, Salvador Cañones.

Con la entrada del aceite -que desplaza a los ibéricos- sale de las primeras posiciones a un clásico: el atún y el bonito. Pero solamente dice adiós a los cinco más buscados, porque sigue estando en la lista particular de desapariciones misteriosas en los supermercados de Cantabria, País Vasco y Ceuta y Melilla, todas ellas con vistas al mar. 

Productos singulares más robados
En este sentido, si las comunidades costeras son más fans de llevarse el atún -sin pasar por caja-, si seguimos en el norte, gallegos, cántabros y asturianos no renuncian al pulpo en los supermercados. Y la lista de debilidades crece: en Aragón se roban las carnes autóctonas como producto especial y el queso en cuña es innegociable para castellanos leoneses y andaluces que repiten y lo colocan en su lista particular de sus productos más robados.

Por su parte, Cataluña sigue siendo el único lugar donde continúan desapareciendo los berberechos, como top del aperitivo y repiten con los hurtos de cava. En las islas, tanto en Baleares como en Canarias, nada los aleja de sus productos gourmet y puestos a escoger se llevan sus quesos con D.O. y licores autóctonos. Como nota curiosa la entrada de los encurtidos y ahumados en la lista de productos curiosos más robados en comunidades tan dispares como Navarra y Ceuta y Melilla. 

“Es evidente que tenemos un paladar exquisito, incluso para lo robado, con una preferencia clara por lo gourmet. Podríamos darlo por descontado, pero desde nuestra condición de principal fabricante europeo, encontramos pocas similitudes y bastantes diferencias con el resto de países vecinos de la Unión Europea. Nos asemeja principalmente la atracción por los licores, pero en ningún otro país con excepción de Italia y Portugal se plantearían proteger quesos, atún o café”, afirma Salvador. 

¿Quién roba en el supermercado?
El estudio interno, que ha tenido en cuenta supermercados ubicados por todo el territorio nacional, no sólo nos actualiza las preferencias por comunidades, también da pistas de lo que sucedería si nos protegiéramos los productos con medidas antihurto. De hecho, el informe apunta que la mayoría de los robos se producen por bandas profesionales y organizadas, seguidas de personas que reinciden y que utilizan los productos a posteriori para una reventa. 

Asimismo, la edad de las personas que perpetran estos hurtos oscila entre los 20 y los 60 años y apenas se producen robos por debajo de esta franja de edad ni por encima. Por otra parte, aunque se pudiera pensar que se roban los productos más pequeños, más fáciles de ocultar, también es habitual hurtar otros de mayor tamaño, como botellas, garrafas de aceite o incluso patas de jamón. La realidad es que el punto en común es que todos ellos nos resultan deseables y que no siempre se está dispuesto a pagar por ello. 

Pero, ¿este robo está realmente ligado a la necesidad? Varios datos indican que no es así, al menos no mayoritariamente. Por un lado, se hurtan los productos de marca más reconocida en vez de los de marca blanca, a excepción del aceite. 

Por otro lado, artículos básicos como el pan, la pasta, la harina o el arroz no se roban. Y, por último, pero no menos importante, el 96% de las cadenas de supermercados consultada colaboran diariamente con entidades sociales y bancos de alimentos, ofreciendo gratuitamente productos para atender a las necesidades reales.