Momento crítico para Ternera Gallega

infoRETAIL.- Las producciones amparadas bajo la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega, y de forma más acusada la ganadería tradicional que produce Ternera Gallega Suprema, se encuentra en su momento más crítico que incluso condiciona su viabilidad futura, tal y como ha advertido el Consejo Regulador de Ternera Gallega. 

La entidad recuerda que desde el año 2020, con el comienzo de la pandemia, el sector cárnico de vacuno de calidad gallego viene sufriendo una crisis económica continuada, provocada inicialmente por una caída significativa de los precios.

Esta crisis se ha agravado posteriormente por el alza “desproporcionada” de los costes de producción derivada del incremento de los precios de la energía, de los combustibles, de los abonos y de las materias primas como los cereales para alimentación del ganado. “Estas subidas en los costes, no se vieron reflejadas en los precios de venta de los terneros”, recuerda el Consejo Regulador de Ternera Gallega.

IGP Ternera Gallega: “Las subidas deben ser moderadas y progresivas en el tiempo; va siendo hora de que se valore el origen de los alimentos que consumimos”

Desde la entidad consideran “lógico” que el sector primario, y concretamente los productores de carne de vacuno en explotaciones tradicionales se encuentren “hartos” con todo lo que está pasando y de los “ataques” indiscriminados que reciben. En la actualidad, el precio de la carne es su principal problema, ya que no cubre el incremento de los costes de producción, poniendo en serio riesgo su continuidad.

La entidad reconoce que los precios de la carne de vacuno ya hace varios años que son bajos, pero en los últimos meses la situación se ha vuelto “insostenible”. Asegura que “no hay un culpable concreto” de la subida “exagerada” de los fertilizantes, de la energía, de los combustibles y de los alimentos para el ganado, “pero la realidad es que quienes están sufriendo las consecuencias son los productores, sobre todo porque la distribución no quiere subir los precios en los puntos de venta y trasladarle parte de esa subida a sus clientes, alegando que se lo hacen se reduce el consumo”. 

“Lógicamente las subidas deben ser moderadas y progresivas en el tiempo, pero también va siendo hora de que se valore el origen de los alimentos que consumimos y la calidad de Ternera Gallega Suprema. Porque al paso que vamos, dentro de poco costará más tomar un refresco que comprar un kilo de filetes”, lamenta el Consejo Regulador de Ternera Gallega.

“Una de cal y otra de arena”
La organización asegura que es necesario el compromiso de la sociedad y sobre todo de las Administraciones de la Unión Europea y de los propios países y regiones que la conforman con el sector. “No pueden seguir dando una de cal y otra de arena continuamente. Ya es hora de tener las cosas claras y no jugar con dos varas de medir”, advierte.

En este sentido, pone ejemplos de contradicciones como la aprobación de la Ley de la cadena alimentaria para evitar la venta a pérdidas, por un lado, y la falta de medidas para el control de su aplicación, por otro; o las alabanzas que muchos organismos públicos hacen de la calidad de los alimentos producidos en la UE, por un lado, y la defensa de las “hamburguesas de vegetales” y de la producción de “carne artificial” o carne de laboratorio, por otro. 

La IGP Ternera Gallega ha hecho un llamamiento para que a todos los niveles y desde todos los ámbitos, empezando por el propio Consejo Regulador, las distintas administraciones, los sindicatos y asociaciones, las cooperativas y los operadores de la cadena comercial (ganaderos, industrias y distribuidores), y finalizando por los consumidores, se busquen soluciones conjuntas que permitan mantener y potenciar una actividad vital para el rural gallego.