infoRETAIL.- España ha situado el indicador de expectativas económicas en 18 puntos en el último trimestre de 2017, según el estudio GfK Clima de Consumo para Europa. Este dato supone una bajada de seis puntos respecto al anterior trimestre, muy lejos del récord de los 51 puntos del cuarto trimestre de 2015. Se trata de la cifra más baja de todo 2017.

Después de meses de estabilidad en torno a valores de 23 y 25 puntos, la confianza de la ciudadanía en las previsiones económicas se resiente y aleja a España de otros ocho países de Europa que superan los 30 puntos. Las cifras macroeconómicas que han apoyado la buena marcha de la economía del país parece que ya no son suficientes para levantar el ánimo de los ciudadanos.

De hecho, uno de los motivos de este retroceso, apuntan desde el equipo encargado de este informe, estaría en la situación de incertidumbre que se vive en Cataluña y que ha acaparado el debate público, relegando a un segundo o tercer término, temas más apremiantes para las personas como la temporalidad de su empleo, las diferencias salariales producto de la discriminación de género o la conciliación laboral.

La inestabilidad en Cataluña, la alta temporalidad y el escaso incremento salarial, posibles factores para la caída de la confianza de los consumidores

Respecto a las previsiones de ingresos, España, tras la ligera mejora del trimestre anterior, pierde cuatro puntos y con ellos, todo lo conseguido durante 2017. Los consumidores no terminan de ver una recuperación en la situación de sus hogares y se mantienen en 12 puntos, un nivel similar al mostrado todo el año, lejos de los 31 puntos del último trimestre de 2015.

Entre los factores que influyen de forma directa en este indicador están los todavía elevados niveles de paro y temporalidad de los empleos, así como los bajos índices salariales. Hasta que no se perciba la creación de empleo de calidad y una subida salarial real, el indicador no alcanzará subidas significativas.

Por último, a pesar de que el trimestre anterior, los hogares en España se mostraron más optimistas respecto a sus previsiones de gasto haciendo que el indicador volviera a valores positivos después de más de seis años en rojo. Al cierre del año se ha observado una ligera bajada de este indicador, hasta ubicarse en 0 (cero) puntos. La alta tasa de desempleo y el gran número de personas que trabajan a tiempo parcial frenan la disposición a comprar.

Panorama europeo
En cuanto al resto de Europa, se observa un clima general de confianza que se aleja de las incertidumbres que han azotado meses atrás la región. Con un clima político más estable y una mejora de la situación económica general, los indicadores en la mayoría de los países analizados se muestran en positivo.

El experto en consumo de GfK, Rolf Bürkl, comenta: “En 2017, la confianza en el crecimiento económico de Europa ha aumentado significativamente. Debido a este aumento, las personas también esperan mayores salarios. Las expectativas de ingresos son positivas en gran parte de Europa, pero solo son ligeramente más altas en comparación con 2016. Lo mismo se aplica a la propensión a comprar”.

Con base en estos y otros factores analizados, GfK prevé un aumento en el gasto de los hogares en la Unión Europea de un 1,5% a 2% en términos reales para 2018. Por lo tanto, la economía europea continuará siendo respaldada por el consumo privado, vaticinan desde la consultora.