infoRETAIL.- El estudio GfK Clima de Consumo para Europa, correspondiente al primer trimestre de 2017, confirma la diferencia que existe entre la confianza de la población en los datos macroeconómicos de nuestro país y el todavía reticente optimismo en los ingresos y gastos de los hogares.

España ocupa la cuarta posición en el indicador de expectativas económicas (23) entre los 16 países analizados por el estudio ‘GfK Clima de Consumo para Europa’, por detrás de República Checa (37), Países Bajos (32) y Portugal (29). A pesar de una leve bajada de dos puntos (de 25 a 23) respecto al trimestre anterior, la evolución de España sigue siendo optimista y no sufre variaciones significativas en los primeros meses del año.

Entre los factores que pueden influir en este optimismo respecto a la economía local se encuentran: la actual estabilidad política, las cada vez mejores previsiones sobre el PIB, el impulso en las exportaciones, el aumento de la actividad industrial o las alentadoras perspectivas del turismo. Sin embargo, parece que esta percepción favorable a escala nacional, no llega aún al día a día de los ciudadanos.

De forma similar, se comporta el indicador de expectativas de ingresos que en España se ve muy influenciado por el comportamiento del paro. En el primer trimestre de 2017 el indicador se mantiene en valores positivos (11 puntos), aunque hay una pequeña fluctuación a la baja de cinco puntos (de 16 a 11). 

Un reflejo de ello es que España ocupa los últimos lugares en disposición a comprar (-4), y es uno de los cuatro países que se encuentran en valores negativos junto con Italia (-2), Portugal (-10) y Grecia (-45). No obstante, España es ligeramente más optimista no sólo respecto al trimestre anterior (dos puntos, de -6 a -4), sino también frente al resto de 2016.

Con estos datos, se podría decir que las expectativas de gasto en España se muestran estables, con una muy leve tendencia hacia la mejora, algo que deberá confirmarse los próximos meses. En todo caso, el comportamiento de este indicador los últimos años ha mostrado pequeñas variaciones, similares a la registrada este trimestre.

Por otro lado, la brecha entre las percepciones de los españoles con respecto a la economía del país, frente a las de sus propios hogares se está reduciendo. En los últimos meses de 2015, este gap no hizo más que ampliarse, hasta llegar a los 59 puntos. En 2016 la distancia se recortó hasta llegar a los 31 puntos. Hoy, sólo 27 puntos distancian ambos indicadores: las expectativas sobre la economía se situaron en +23 puntos y las de gasto en -4.