Bebidas azucaradas

infoRETAIL.- El consumo de bebidas azucaradas embotelladas ha descendido un 2,2% en Cataluña desde la entrada en vigor el 1 de mayo de 2017 del gravamen sobre las bebidas azucaradas de la Generalitat de Catalunya, según un estudio de UIC Barcelona. "Globalmente, como efecto del impuesto, las familias han reducido un 2,2%, aproximadamente, la cantidad total de azúcar consumida en bebidas", indica el informe.

Esta reducción ha sido mayor en los refrescos, el 13,6% en los de contenido medio de azúcar y el 3,5% en los de contenido alto. En el caso de las colas, el descenso ha sido del 5,2% y en otras bebidas como tés, horchatas y bebidas vegetales, el 7,7%, en los de contenido medio de azúcar, y el 7,3%, en los zumos de contenido medio de azúcar.

El impuesto grava todas las bebidas embotelladas que contengan edulcorantes calóricos añadidos, 8 céntimos de euro por litro para bebidas que contienen entre 5 y 8 gramos de azúcar por 100 mililitros y 12 céntimos de euro por litro para bebidas que contienen más de 8 gramos de azúcar por 100 mililitros.

Con la entrada en vigor del impuesto también han sufrido caídas de consumo las colas (-5,2%), los tés, horchatas y bebidas vegetales (-7,7%) y los zumos (-7,3%)

Las bebidas con menos de 5 gramos de azúcar por 100 mililitros están libres del impuesto. Una de las peculiaridades de este impuesto es que por primera vez establece el requerimiento de que el 100% del impuesto se debe trasladar al precio final del producto, si bien los distribuidores han sido los recaudadores y el consumidor final no ha observado el importe del impuesto en el ticket de compra.

El investigador y vicepresidente segundo de la Asociación de Economía de la Salud (AES), Toni Mora, asegura que este descenso se debe a la entrada en vigor del impuesto, aunque insiste en que “la incidencia ha sido muy baja”.

El informe revela, además, que mientras desciende el consumo de bebidas como refrescos, aumenta la compra de otras bebidas azucaradas como los batidos, que ha subido el 5,4%. En el caso de los tés, horchatas y bebidas vegetales, el incremento ha sido aún mayor, el 9,1%, y las bebidas en las que más ha crecido el consumo son las isotónicas, el 33,3%.

Según Mora, estos cambios son una respuesta a la entrada en vigor del impuesto, aunque “también puede deberse a la percepción de que este tipo de bebidas son más saludables”.

Mayor descenso entre las familias con menos recursos
En cuanto a la evolución del consumo en función de la situación socioeconómica de los compradores, el estudio concluye que la reducción del consumo de azúcar ha sido superior para las familias con rentas más bajas, si bien la diferencia no llega al punto porcentual.

Se trata de hogares con unos ingresos de hasta 18.400 euros por unidad familiar y año. Según Mora, “el estudio encuentra una gran heterogeneidad entre familias tanto en sus reacciones al impuesto, según nivel socioeconómico y edad, como por categorías de producto”.

El investigador concluye que “no existe suficiente concienciación y se ha de ‘atacar’ desde varios frentes, desde la intervención en el ámbito escolar hasta gravar en mayor medida, cambiar el etiquetado frontal (si bien requiere una evaluación del etiquetaje que resultaría efectivo) e instar a la industria a reducir drásticamente el contenido de azúcar añadido, las grasas saturadas y la sal de sus productos”.