Alexandre Bompard, CEO de Carrefour

infoRETAIL.- “A igualdad de facturación, igualdad de impuestos”. Así se rotundo se muestra el presidente y consejero delegado de Carrefour Group, Alexandre Bompard (en la imagen), al ser preguntado sobre su opinión acerca de la conocida como tasa Google.

En una entrevista concedida al diario francés Le Journal du Dimanche, el primer ejecutivo del retailer galo considera necesario poner fin al desequilibrio fiscal entre las empresas de distribución como la propia Carrefour y las plataformas de internet globales, principalmente procedentes de estadounidenses y chinas.

Bompard recuerda que los distribuidores tradicionales pagan 83 impuestos diferentes en Francia. “Con un volumen de negocios comparable, creamos cuatro veces más empleos”, remarca el CEO de Carrefour.

El ejecutivo lamenta que las plataformas globales de e-commerce “colocan sus productos en los mercados sin pagar el IVA y casi ningún otro impuesto".

“Con un volumen de negocios comparable, creamos cuatro veces más empleos. Las plataformas globales de internet colocan sus productos en los mercados sin pagar el IVA y casi ningún otro impuesto"

"Es insostenible”, reitera el ejecutivo, quien asegura que no está pidiendo un favor, sino un principio simple: “A igualdad de facturación, igualdad de impuestos”.

Estas declaraciones se producen después de que el Gobierno francés esté tramitando la creación de un nuevo impuesto, conocida como tasa Google -similar al aprobado en España hace unos meses-, que grava el 3% de la facturación en Francia de las grandes compañías de internet.

Se trata de una medida que podría generar ingresos por valor de 500 millones de euros al año, según estimaciones del ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire. En declaraciones al diario Le Parisien, el miembro del ejecutivo galo explica que el impuesto está dirigido a empresas con ingresos online de al menos 750 millones de euros y que en Francia facturen más de 25 millones de euros.

El ministro dijo que el impuesto se dirigirá a unas 30 compañías, en su mayoría estadounidenses, pero también a empresas chinas, alemanas, españolas y británicas, así como a una firma francesa y varias de origen francés que han sido compradas por compañías extranjeras.