ACES, Anged, Asedas y FIAB

infoRETAIL.- El debate sobre los precios en los contratos entre el sector primario y la distribución organizada ha centrado las comparecencias de los representantes de la distribución y la industria alimentaria que han intervenido esta mañana en la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del Congreso de los Diputados.

“El precio de origen no es un problema para la distribución”, ha asegurado el director general de la Asociación Española de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Javier Millán-Astray, quien asegura que “intentaremos comprar al mejor precio posible con el precio de origen que se nos marque, para intentar vender más barato que el competidor”.

En su intervención, el directivo de Anged ha reconocido que “si el agricultor no está suficientemente organizado la tensión de compra se produce en el eslabón más débil. Nuestro problema no es el precio de origen, sino que será la situación de excedentes”. En su opinión, “todos tenemos derecho a un precio justo, el problema es que cada agricultor tiene su propio precio justo”.

Aurelio del Pino (ACES): “La distribución paga mejor los productos alimentarios que otros canales”

Javier Millán-Astray ha explicado a los diputados que “a veces los agricultores nos dicen que lo tenemos muy fácil: las cadenas tenemos que ponernos de acuerdo para comprar a un precio determinado. Ya, y luego se lo explicas tú a los consumidores y a la CNMC. Es de las acciones más ilegales que podríamos hacer. Afortunadamente para la sociedad, la competencia en la distribución es feroz”.

En su opinión, la Ley de la Cadena Alimentaria comete un “error” si dificulta las actividades promocionales. “Sería un error gravísimo, porque la inmesa mayoría de las promociones no vienen inducidas por el comerciante, vienen promovidas por un industrial que tiene unos problemas puntuales de exceso de stock y quiere darle salida y, por tanto, si se hace hace una promoción sin incurrir en venta a pérdida ¿pór que no se puede beneciar al consumidor?”, se ha preguntado.

Asimismo, ha subrayado el valor de la cadena alimentaria teniendo en cuenta que el nivel de precios que pagan los consumidores en España está seis puntos por debajo de la media europea. “Estamos ofreciendo muy buenos niveles de precio al consumidor, estamos mejorando su capacidad adquisitiva”, ha añadido.

Javier Millán Astray (Anged): “Afortunadamente para la sociedad, la competencia en la distribución es feroz”

Por su parte, el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, ha recordado que “la distribución paga mejor los productos alimentarios que otros canales”.

En este sentido, asegura que las compañías de distribución negocian paquetes de servicios: “No sólo pedimos precio, sino también otras condiciones, como calidades. El precio no es el único elemento decisorio. Por eso, suele haber una mayor rentabilidad de los productores que trabajan con nosotros que con otros canales”.

El presidente de ACES, que apuesta por la “contractualización” de las relaciones en la cadena alimentaria, ha recomendado no “simplificar” el debate sobre precios en origen y precios finales: “A nosotros nos interesa que no haya una excesiva volatilidad en el precio de los productos agroalimentarios”.

Sobre las ganancias de las empresas del sector, Aurelio del Pino ha recordado que la distribución alimentaria tiene beneficios netos muy pequeños: “Con suerte están cerca del 2%. Nuestro sector es muy competitivo porque las empresas tienen márgenes muy estrechos de trabajo”.

Por otro lado, el director general de la Asociación de Empresas de Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, ha explicado que ve posible mantener los precios de sus productos pese al reconocimiento de los costes de producción en los contratos a lo largo de la cadena alimentaria.

En su comparecencia ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación ha expresado su “compromiso” de que la nueva regulación en la Ley de la Cadena Alimentaria para incorporar los costes de producción “no afecte ni perjudique a la producción nacional ni incrementando los precios”.

La industria, contra el ‘Coste Efectivo de Producción’
En representación de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) ha intervenido el director general de la entidad, Mauricio García de Quevedo, quien ha lamentado la inseguridad jurídica que genera el concepto ‘Coste Efectivo de Producción’, ya que conlleva muchas ambigüedades y es muy difícil de aplicar en la práctica.

“Esta medida plantea incertidumbre e inseguridad jurídica debido a toda la casuística que puede entrar en juego, como el propio cálculo de los costes, los cambios sobrevenidos en los precios o la eficiencia en la gestión de las producciones, además de obviar la realidad del mercado y los cambios entre oferta y demanda, entre otros muchos aspectos. Vemos una difícil aplicación práctica”, ha expuesto García de Quevedo.

FIAB considera que el concepto ‘Coste Efectivo de Producción’ plantea incertidumbre e inseguridad jurídica debido a toda la casuística que puede entrar en juego

Otro aspecto relevante puesto de manifiesto por FIAB es la importancia de que se regule adecuadamente la Venta a Pérdidas, incluyendo el último eslabón de la cadena, lo que garantizará la creación de valor en todos los eslabones de la misma. En cuanto a los plazos de pago, desde la Federación se considera que la reforma de la Ley debe contemplar que los productos frescos que se venden para transformación puedan aumentar los plazos de pago hasta los 60 días como el resto de productos.

Finalmente, el diirector de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas (Fepex), José María Pozancos, ha planteado la dificultad de concretar algunos puntos clave de la ley como determinar el precio cierto que debe recoger el contrato entre el comprador y el vendedor.

La volatilidad de los mercados provoca que la horquilla de precios, por ejemplo, de tomate redondo, llegue al 300% en una misma campaña. Por ello, se ha planteado que el precio relevante, para asegurar en la medida de los posible la sostenibilidad económica de las explotaciones, sea el precio medio de la campaña.